Zapatero tratará de cambiar la normativa europea para reforzar el carbón autóctono
El presidente del Gobierno ofrece al PP un pacto de Estado en Educación y Energía para salir de la crisis
Leire Pajín, Bibiana Aído, Óscar López, Amparo Valcarce y Francisco Álvarez escuchan al presidente.
La apertura del curso político en la fiesta minera de Rodiezmo no destapó medidas unilaterales de la Administración central para garantizar el futuro del carbón más allá del 2012, sólo cedió algún propósito sobre los compromisos del Ejecutivo con el sector.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmó ayer su apuesta por el carbón autóctono y anunció que impulsará una reforma del reglamento comunitario en el primer semestre del 2010, durante la presidencia española de la Unión Europea, aunque su intención puede chocar con los países del entorno que no son productores y reclaman la reducción progresiva de las ayudas de Estado. Tendrá que buscar apoyos en Alemania, Francia y Reino Unido.
«Tenemos un buen Plan; siempre hemos hecho un esfuerzo para intentar solucionar los problemas del sector», recordó el líder de los socialistas, quien asumió el «grave» conflicto entre las empresas y las centrales térmicas, auspiciado por un stockaje de mineral que no permite la entrada de más carbón, aunque, según los grupos Viloria y Vitorino, Compostilla II aún recibe combustible importado, mucho más competitivo en cuanto a precio.
«Hemos dado una salida provisional -"respecto al almacenamiento estratégico en las instalaciones de Hunosa-" y estamos trabajando para que en el mes de enero haya una definitiva», anunció Zapatero, quien no concretó más sobre esta medida, pese a las sucesivas reivindicaciones de la Soma-Fia-UGT y la expectación de miles de personas, cientos de mineros, en la campa de La Tercia, a dónde acudió por noveno año consecutivo como secretario general de los socialistas, cinco como presidente. En esta ocasión estuvo arropado por la secretaria de Organización, Leire Pajín, y por la ministra de Igualdad de Oportunidades, Bibiana Aído, aunque se echó en falta la presencia de representantes de la ejecutiva provincial.
Busca apoyos. Zapatero tejió un discurso más conciliador que otros años, pese a que criticó la postura del PP respecto a la reforma laboral, y ofreció al Partido Popular un pacto de Estado en materia energética y educativa. «Es necesario un marco previsible de aquí al 2020 para que las empresas tengan certidumbre y podamos contribuir a los compromisos adquiridos con Europa en la reducción de emisiones y energías renovables».
Recordó que en ese escenario sólo falta el carbón: «Estamos abriendo una vía que pueda garantizar su futuro a través de la innovación y la investigación para secuestrar sus componentes y hacer que no sea tan contaminante», subrayó el secretario general del PSOE en alusión a la Ciuden de Ponferrada.
Reafirmó la propuesta de cambiar el modelo energético y la significó como una de las claves en el actual contexto de crisis, donde las energías limpias jugarán un papel decisivo en el tránsito hacia la economía sostenible. «Lo vamos a hacer con el esfuerzo público, incentivando a las empresas que saben que por ahí viene el futuro», declaró el presidente, quien reiteró a los populares la importancia de conjugar intereses comunes «para que, por una vez, pongan algo de voluntad, se sienten a hablar y piensen en el Estado y no sólo en criticar».
Al respecto, Zapatero también propuso a la oposición un gran acuerdo en Educación para «dar estabilidad al sistema, fortalecer el apoyo al profesorado, abrir nuevas expectativas a la Formación Profesional y mantener la calidad, pero, al mismo tiempo, garantizando la igualdad».
