El Constitucional vuelve al trabajo en plena tormenta por el Estatut
Los magistrados del Tribunal Constitucional volvieron ayer a sus despachos -”algunos ya lo habían hecho la pasada semana-” convencidos de que les espera el otoño más tormentoso de la historia de la institución, a punto de cumplir los treinta años de vida. En el ojo del huracán, la sentencia que debaten sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña, asunto que envenena la vida política desde hace tres años y del que depende, según unos, la remodelación del Estado; según otros, el futuro del Gobierno de la nación.
Sin reunión. Pese a lo que se creía, la presidenta María Emilia Casa no reunió ayer al pleno para retomar los debates sobre los recursos instados por el PP y el defensor del Pueblo. Según fuentes de la institución, tan sólo se reunieron los miembros de la Sala Primera, y para abordar asuntos de trámite normal. Esta semana no habrá reunión plenaria, en parte para que los magistrados puedan retomar el ritmo de trabajo habitual tras el parón estival.
Otra razón, según las fuentes citadas, es que la presidenta no es partidaria de reuniones en las que las discusiones no permiten avanzar los debates, por lo que prefiere ahora que el ritmo de trabajo del pleno se someta al de la ponente de la sentencia, Elisa Pérez Vera.