Las administraciones leonesas aumentan su compromiso solidario pese a la crisis
Las oenegés reclaman al Ayuntamiento y a la Diputación que amplíen la ayuda hasta el 0,7 del presupuesto
La crisis financiera y social golpeó a un occidente desprevenido que utilizó todas las herramientas a su alcance -”macroplanes de rescate y proyectos faraónicos de reactivación económica como el Plan E-” para evitar la hecatombe. Sin embargo, los efectos colaterales de esta nueva coyuntura económica desplazaron la cooperación al desarrollo a un segundo plano de la agenda internacional.
Afortunadamente, ni el Ayuntamiento de León ni la Diputación se olvidaron de ello. Es más, el Ayuntamiento aumentó hasta 93.000 euros su contribución a la cooperación al desarrollo mientras que la Diputación destinó 470.000 euros (un 25% más que el año pasado) a proyectos de sensibilización y ayuda a países en vías de desarrollo.
En lo que se refiere a las ayudas del Ayuntamiento, Teresa Gutiérrez, concejala de Bienestar, señaló que el 40% del presupuesto de este año y el 60% del 2008 se tuvo que destinar a cancelar la deuda histórica que el Consistorio tenía con las ONG´s desde 1996.
«Entonces no sólo no se colaboraba sino que se creaban expectativas que luego no se veían cumplidas», remarcó Gutiérrez.
Ahora, aparte de las campañas de sensibilización, las administraciones cooperan directamente sobre el terreno o canalizan la ayuda a través de las oenegés locales. Sin embargo, estos proyectos en ocasiones se ven truncados por la situación internacional. Como ejemplo, el Ayuntamiento de León tuvo que cancelar un proyecto en Honduras por el golpe de Estado y ahora estudia desarrollar ese mismo proyecto en Nicaragua.
Respecto a la cooperación al desarrollo impulsada por las administraciones, Jesús Albarrán, coordinador de ONGD (Coordinadora de Organizaciones No Gubernamentales de Cooperación para el Desarrollo) en León, reclama más implicación de las instituciones y, sobre todo, coherencia política.
«La solución no es poner dinero sino implicarse en el desarrollo», denuncia Albarrán al tiempo que señala que las ayudas afuera deben ir en consonancia con las políticas locales relativas a la discriminación, la exclusión social y la pobreza.
Además, el coordinador de ONGD demanda que las administraciones cumplan sus compromisos y destinen el 0,7% de sus presupuestos a la cooperación al desarrollo.
Actualmente, el Ayuntamiento de León destina solamente el 0,1% de sus recursos. A este respecto, la concejala de Bienestar, Teresa Gutiérrez, reconoce que es una cantidad «ínfima» pero que esperan al final de la legislatura alcanzar el 0,5% prometido al final de la legislatura.
Por su parte, la Diputación de León consagra el 0,51% de sus recursos propios, o el 0,3% de los presupuestos consolidados -”según se quiera mirar-” a proyectos de cooperación.
Jesús Albarrán se muestra satisfecho porque no haya habido una reducción de fondos «de momento», ante la crisis financiera, por parte de ninguna de las administraciones públicas. Asimismo, el coordinador de ONGD reivindica que se busque una solución a todos los problemas de la crisis internacional y «no sólo a los nuestros».
Albarrán comparte la visión de Francisco Castañón, diputado de Bienestar e Igualdad de Oportunidades de la Diputación, de que «otro mundo es posible si todos colaboramos».