Diario de León

Entrevista | Juan Pablo García | coordinador de las jornadas teológicas

«Quizás hemos dado demasiado al César y muy poco a Dios»

Juan Pablo García Maestro, coordinador de las jornadas.

Juan Pablo García Maestro, coordinador de las jornadas.

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sandra de miguel | León
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Juan Pablo García Maestro, coordinador de las jornadas, defiende una laicidad que no sea enemiga de la Religión, considera la Educación para la Ciudadanía como parte de un Estado laico maduro —aunque cree que no es suficiente—, y apostaría por una materia sobre la historia de las religiones.

Juan Pablo García Maestro, miembro del Instituto Superior de Pastoral de Madrid, se ha desplazado hasta León para organizar y coordinar las Jornadas Teológicas. Del principal tema que abordan las jornadas -"la laicidad-" ofrece una idea distinta a la que suele escucharse.

-¿Cómo entiende usted la laicidad hoy en día?

-Yo creo que la laicidad no es un sentido negativo para la Iglesia. A veces da la impresión que la laicidad es algo que se ha inventado el Estado o determinados sectores del ámbito político para atacar lo religioso y la religión tiene derecho a tener el lugar que se merece dentro de la sociedad, no se puede atrincherarla al ámbito de lo privado. Los derechos humanos dejan claro que nadie puede ir en contra de la libertad religiosa como tampoco nadie puede creer o estar obligado a creer en lo que no quiere, ya que esto sería fundamentar una sociedad teocrática. En definitiva, yo creo que la laicidad es un estado de madurez donde todos tenemos que aprender a vivir dentro de un pluralismo.

-¿Entonces considera que hay intolerancia en las escuelas al no enseñar religión de forma obligatoria y al no poder mostrar símbolos?

-Yo creo que hay que distinguir dos cosas. Para mí los símbolos religiosos, aunque uno no lo respete, al menos por cultura, sí debería conocerlos. Si un joven aunque no crea, no tiene una formación religiosa ¿de qué cosas vas a hablar a la hora de explicar el arte?

Habría que cultivar en nuestro país, aunque uno no crea, que se tenga una formación religiosa porque la religión ha acompañado a la cultura de la Historia de toda la humanidad. Y es tan antigüa como el ser humano.

Una cosa es catequesis, a la que uno asiste porque cree, y otra cosa es la religión y la propia enseñanza y formación de las personas. En ese sentido, apostaría por una materia que fuera historia de las religiones o el hecho religiosos, que es lo que se conoce como las ciencias de la religión.

-El obispo recordó ayer la frase de «Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es Dios»; acto seguido explicó que esto no puede ser así exactamente porque hay temas que sí atañen a la doctrina de la Iglesia. ¿Qué opina usted de estos y de temas como la ley del matrimonio homosexual, el aborto o la financiación de la Iglesia por parte del Estado?

-Es un tema muy espinoso. Creo que los cristianos tenemos que estar dentro de la sociedad, dentro del Estado, como ciudadanos, aunque haya gente que se crea que los cristianos comenzamos a ser ciudadanos ahora.

Desde el Cristianismo, ya se reivindicaba en una carta que nosotros los cristianos nos casamos, vivimos como los demás en la sociedad y nos ceñimos a las leyes que hay, pero que deberían dejarnos ser el alma del mundo. Y es que el Cristianismo, de las aportaciones más serias que ha hecho a la sociedad ha sido su concepto de fraternidad, compartir los bienes de todos y que a nadie le faltara de nada, cosa que eso es una utopía y que a veces no se da en nuestra propia Iglesia.

Pero volviendo a «Dar al César lo que es de César y a Dios lo que es Dios», nosotros también tenemos que ser críticos con lo que a veces el Estado o la sociedad nos ofrece. Y por lo tanto si no estamos conformes con cosas que pasan en la sociedad tenemos que criticarlas, no callarnos. El gran problema es que a veces «Dar al César lo que es de César», quizás hemos dado demasiado al César y poco a Dios hasta los mismos creyentes.

-Pero, por ejemplo, en temas como el matrimonio homosexual, ¿hasta qué punto a los cristianos puede afectarles que esas personas se unan por lo civil?

-Lo veíamos como una enfermedad y hay gente que ha vivido un verdadero drama donde no ha podido explicar lo que llevaba dentro. Y evidentemente, eso no se puede hacer, porque son personas como nosotros. Yo como cristiano tengo que apostar por la gente que ha sufrido. Pero tampoco podemos fomentar el todo vale y abusos contra los demás, y hay gente que abusa sexualmente de los más pequeños... etcétera.

-Eso no tiene que ver con los homosexuales...

-En relación a la homosexualidad, está bien que se discuta y no despacharlo todo enseguida. Y llegará un momento que esto se tendrá que debatir con serenidad, pero se necesita tiempo. Creo que todavía no estamos en una sociedad madura para afrontar un debate serio y maduro sobre esto, porque hay mucha ideología y quizá también mucha palabrería por lo que yo creo que se necesitarán unos años.

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