Garzón defiende su investigación sobre el franquismo entre vítores
El magistrado se negó a contestar las preguntas de Manos Limpias y asegura que se basó en argumentos jurídicos
Garzón, a su llegada al Tribunal Supremo.
Más de tres horas y media necesitó para explicar por qué decidió investigar los crímenes del franquismo a pesar de saber que los responsables de la dictadura estaban muertos desde hace años.
Baltasar Garzón, vitoreado por miembros de las asociaciones que reivindican la Memoria Histórica a su llegada al Tribunal Supremo, defendió ayer que jamás prevaricó, que toda su actuación durante los dos meses que mantuvo abierta la causa por los desaparecidos se basó en la legalidad y que todos y cada uno de sus fallos se sostuvo en argumentaciones jurídicas, aunque éstas fueras rebatibles y controvertidas. El juez presentó «hechos y no argumentos», según explicó después su letrado, Gonzalo Martínez Fresneda. Para ello, centraron la estrategia de defensa en el propio fallo en el que el Pleno de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional determinó el 28 de noviembre del 2008 que Garzón no era competente para investigar la suerte de los 114.266 desaparecidos.