De aquí y de allí

El anuncio de José Luis Rodríguez Zapatero de que la presión fiscal subirá en el 2010 el equivalente al 1,5% del PIB implica que su plan para afrontar el aumento del gasto y reducir el déficit pasa por aumentar la recaudación en más de 15.000 millones de euros, 16.427 millones según cálculos del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha). El presidente del Gobierno evitó concretar qué impuestos piensa reformar para obtener esos fondos.

El margen de maniobra con que cuenta el Ejecutivo es limitado, explicaron fuentes gubernamentales, que consideran que 15.000 millones supone una subida fiscal «importante» pese a que Rodríguez Zapatero la considera «limitada». Los expertos aseguran que si el Gobierno renuncia a tocar los tipos y tramos del Impuesto sobre la Renta y a subir el IVA, los dos tributos de mayor peso en el sistema fiscal, las opciones quedan limitadas a alterar la tributación de las rentas de capital y los impuestos especiales, a eliminar la deducción de 400 euros en el IRPF y a crear nuevas figuras o restaurar otras pasadas.

¿De dónde sacar 15.000 millones? El presidente del Gobierno aseguró que la eliminación de la deducción de 400 euros en el IRPF reportará 6.000 millones de euros adicionales a las arcas del Estado. El Ejecutivo mantiene que creó esa deducción para que muchos hogares pudiesen mantener su poder adquisitivo en un momento en que la inflación y la subida de tipos de interés de las hipotecas asfixiaban a los hogares. Ahora, con el Euribor y los precios en mínimos, cree que puede eliminarse. Una subida de dos puntos en los impuestos sobre las rentas del capital, que ahora tributan al tipo único del 18%, apenas reportaría unos 1.000 adicionales, calculan las fuentes citadas. Esa cantidad podría alcanzar los 2.000 millones en caso de que el Ejecutivo decidiera y penalizar más los beneficios más altos u obtenidos más a corto plazo, es decir, a aquellos fruto de la especulación y no del ahorro.