El presidente resalta la importancia de la León-Braganza para el impulso económico

De nada sirve invertir en países emergentes o favorecer la llegada de nuevas empresas a la comunidad si no se cuenta con las adecuadas infraestructuras que permitan dar salida a la producción. Por ello, las conexiones viarias entre Castilla y León y Portugal son, ahora más que nunca, imprescindibles para que las relaciones establecidas sean fructíferas en el futuro.

Juan Vicente Herrera señaló este apartado, el de las infraestructuras, como uno de los más importantes a desarrollar en colaboración con el gobierno luso. Con la A-62 como ejemplo, el presidente de la Junta habló del «intenso volumen de tráfico» que soporta esta vía, señal de que las conexiones entre ambas zonas son necesarias, especialmente para «leoneses, salmantinos y zamoranos».

Herrera planteó en su intervención de ayer ante empresarios de ambos países la necesidad de que concluya la unión por autovía entre Braganza y Zamora por Alcañices, así como la ejecución de la León-Braganza, una vía que sigue esperando a que la propia Junta y el Gobierno central se pongan manos a la obra.

Las conexiones por ferrocarril también tuvieron protagonismo. Herrera recordó la «aspiración» de la unión por alta velocidad ferroviaria de Aveiro con Salamanca.

El objetivo es, aseguró Herrera, conseguir dejar atrás» esas infraestructuras que alejaban a las poblaciones en vez de hacerlas más cercanas», y que las nuevas vías «ofrezcan nuevas y más oportunidades» a ambos territorios.