El Gobierno se centra en PNV y ERC como aliados para los Presupuestos
La vicepresidenta Salgado reprocha a la Ceoe que reclama austeridad cuandoha pagado indemnizaciones millonarias a directivos despedidos
La vicepresidenta Salgado interviene en el Senado en la sesión de control al Gobierno.
El PNV puede convertirse en la mejor y más sólida tabla de salvación para los Presupuestos Generales del Estado pergeñados por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Tras recibir este martes el «no» casi seguro de Convergència i Unió a las cuentas que el Consejo de Ministros aprobará el sábado, la vicepresidenta segunda, Elena Salgado, aceptó todas las exigencias planteadas por los nacionalistas vascos para sentarse siquiera a negociar. Aún así, advirtió que el blindaje del régimen de Concierto Económico plantea ciertos problemas «técnicos y jurídicos».
El acuerdo con el PNV ofrece a los socialistas varias ventajas. De una tacada, le proporcionaría seis votos y le situaría a las puertas de la mayoría absoluta. Pero, además, le libra de tener que echarse en brazos de los grupos minoritarios de izquierdas -”ICV, IU, ERC, BNG-”, que han adoptado unas posiciones muy maximalistas en materia económica alejadas, incluso, del giro que la anunciada subida de impuestos ha impreso a la gestión del Gobierno.
El coste inicial de la negociación está aún por determinar. Los nacionalistas reclaman «transparencia» en la negociación de la transferencia de las políticas activas de empleo acordada recientemente entre el Gobierno central y el de Patxi López, y «satisfacción» en la determinación de la cuantía. El Ejecutivo calcula el traspaso económico debe ascender a 300 millones de euros. El PNV lo cifró en su día en 450 millones, pero concede que habría que ver el detalle y la letra pequeña.
Reproches a la Ceoe. Mientras, el Gobierno y los empresarios siguen enzarzados en un cruce de críticas y descalificaciones que no llevan a ninguna parte y cuyo final no se ve próximo. Si el lunes el presidente de Ceoe, Gerardo Díaz Ferrán, tildó el borrador de Presupuestos de «poco austero», apenas veinticuatro horas más tarde la vicepresidenta Salgado le devolvió la pelota. Acusó al patrón de patronos de ver la paja en el ojo ajeno y de ignorar la viga en el propio, cuando Ceoe ha echado a directivos con indemnizaciones desorbitadas, superiores al millón de euros, algo que «todos conocemos». Salgado reclama a los que piden austeridad que aclaren donde recortarían.