Los obispos abroncan al Congreso por debatir la reprobación del Papa

El Congreso, con los votos en contra de PP, CiU, PNV y la abstención del PSOE, se negó ayer a reprobar al Papa Benedicto XVI por afirmar que la distribución de preservativos no sirve para prevenir el sida sino que, al contrario, «aumentan el problema». Los obispos, sin embargo, no se dieron por satisfechos con la negativa. Los prelados ven mal que el Parlamento osara siquiera discutir una proposición no de ley presentada por Iniciativa per Catalunya para expresar su rechazo a esta afirmación formulada por la máxima autoridad del Iglesia católica durante un viaje a África el pasado marzo.

Dice la Conferencia Episcopal, en un comunicado, que el mero hecho de que la iniciativa se admitiera a trámite y se discutiera este jueves en la comisión de cooperación internacional pone «en peligro» la libertad religiosa. Lo curioso es que es precisamente a ese precepto al que se aferraron, unas horas antes, los portavoces de PP, CiU, PNV para tumbar la propuesta defendida por Joan Herrera. Los socialistas se abstuvieron alegando que el Parlamento no tiene competencias para hacer esta reprobación.

Ninguno cuestionó la eficacia del preservativo como medio de protección frente al VIH y salvo el diputado popular Gonzalo Robles todos admitieron que las palabras de Benedicto XVI no les satisfacían en absoluto, pero se negaron a condenarlas en los términos pretendidos por la formación de izquierdas.