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Casi 600 personas ejercen una jubilación activa en la universidad de la experiencia

La ULE oferta el programa en León, Ponferrada, Astorga y Villablino para personas mayores de 55 años

León

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Dicen que la experiencia es un grado y que la vida es una universidad. Experiencia y academia se unen en el programa que abre las puertas de la Universidad de León a cerca de 600 personas de la provincia con el único requisito de tener 55 o más años.

En León funciona desde hace trece años y en este tiempo se ha extendido a Ponferrada y Astorga. Villablino será la cuarta sede si este curso logra matrícula suficiente para estrenar el aula reservada en la casa de cultura de la capital lacianiega.

La universidad de la experiencia también estrena sede en León. El Aulario del campus de Vegazana acoge provisionalmente sus actividades académicas después de salir de su ubicación en el Centro de Idiomas y peregrinar el curso pasado por varios locales del campus.

El programa interuniversitario Experiencia de Castilla y León está financiado por la Junta -” 10.707 euros el último curso-” e impartido por la Universidad de León. Se enmarca en las políticas de envejecimiento activo y su objetivo es hacer posible que las personas mayores «puedan desarrollar y ejercitar sus facultades mentales, potenciar sus relaciones sociales y mantenerse activas».

El último curso el programa alcanzó una matrícula total de 597 alumnas y alumnos -”casi el 70 por ciento mujeres y el treinta por ciento restante hombres-” con una edad predominante de de 60 a 70 años. Por sedes, 327 eran de León, 190 de Ponferrada y 67 de Astorga. De la sede de León, 65 iniciaron sus estudios en primer curso, 51 en segundo, 56 en tercero, 71 en monográfico y 85 en optativas.

Para este curso, la sede de León tiene cubierto su cupo del primer curso (65 personas), al igual que la de Ponferrada. Pero hay plazas vacantes en Astorga y en Villablino.

Mujeres «arrastran» a hombres. La participación de los hombres está aumentando en los últimos cursos, especialmente en la sede de León donde este año alcanzan ya el 41% del total de personas matriculadas para el primer curso (27 de 65). «Empiezan a venir muchos maridos de las mujeres que están matriculadas y que a veces han asistido a las actividades culturales y salidas», aclara la directora del programa, la profesora Aurelia Álvarez.

Sin embargo, en cursos anteriores la proporción de mujeres es muy superior, del 70% por término medio en el conjunto de la población que asistió al programa el año pasado.

De una encuesta realizada entre el alumnado durante el curso 2008-2009 se desprende que casi la mitad conviven en matrimonio, mientras que un cuarenta por ciento son personas que viven solas. Una minoría vive con otros familiares.

En cuanto al nivel de estudios destacan las personas con diplomaturas, especialmente maestros y maestras, y aquellas que cuentan con títulos de bachillerato elemental y superior. También hay quienes tienen tan sólo estudios primarios e incluso una minoría carece de formación académica, pero aquí lo que cuenta «es la disposición ante una nueva etapa de la vida, no los títulos», recalca Álvarez.

Por profesiones, la mayoría proceden del mundo de la educación, también hay un grupo importante del sector administrativo y servicios públicos y hay un número importante de amas de casa. Modistas, policías, dependientes y dependientas de comercio, militares, agricultores e incluso ingenieros de minas también figuran en la orla de la universidad de la experiencia.

Saber y relaciones humanas. Aumentar y recordar los conocimientos, relacionarse con otras personas y mantenerse en activo son los alicientes que han movido a participar en la universidad de la experiencia a las personas matriculadas el año pasado. «La Universidad de León proporciona el plantel académico: 150 profesores y profesoras impartieron clase el curso pasado en el programa de la experiencia, en algún caso en más de una sede», subraya José Ramiro González, secretario del programa.

También recurren a personas de relevancia social y cultural para impartir las cinco conferencias anuales. Y cuentan con una amplia oferta de actividades complementarias, las «extraescolares» de la experiencia: teatro, coro, inglés (Ponferrada), informática e Internet (León) y semanas culturales.

De la encuesta se deduce también que se trata de personas con una notable actividad: la mayoría leen de cinco a diez a diez libros al año, son oyentes de radio y prefieren la prensa local a la nacional para informarse. El ejercicio físico y los viajes culturales son las principales actividades complementarias. Entre las personas que llevan más años en el programa destaca un amplio grupo que practica el voluntariado semanalmente.

La asociación de alumnos y antiguos alumnos y alumnas (Asunex) es un reflejo de la gran actividad de la universidad de la experiencia. Asunex, a la que están asociadas 268 personas, colabora en la semana cultural, en los viajes y ofrece actividades propias como el taller de vidrieras.

Ampliar la oferta académica, potenciar las sedes y los intercambios -”se trabaja en uno con la Universidad Rey Juan Carlos-” son los objetivos para el nuevo curso, que se abre el 13 de octubre.

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