Herrera revela que las cajas se olvidan de la integración y optan por la fusión
El presidente de la Junta reconoce que las entidades han rechazado el modelo diseñado por la Junta y el PSOE y les urge a que tomen ya una decisión
Los esfuerzos que en su día volcaron Junta y oposición en dar forma a un nuevo modelo financiero para Castilla y León parece que han caído en saco roto. Ayer mismo, durante el Pleno de las Cortes, el presidente Herrera confirmaba lo que era ya un secreto a voces: las tres cajas más importantes de la comunidad han elegido la fusión en vez de la integración auspiciada desde el ejecutivo.
El ruido mediático que ha envuelto los últimos movimientos de Caja España, Caja Duero y Caja Burgos se ha tornado melodía de fusión, aunque de momento las tres entidades siguen ritmos diferentes. Pero lo importante ahora es saber en qué va a quedar el proceso que se inició hace más de un año espoleado por la idea de la Junta de que existía un «clamor popular» para dar forma a un nuevo «músculo financiero» en Castilla y León.
Ahora, tal y como el propio Joaquín Otero recordó en el Pleno, el tiempo juega en contra porque «empresarios, sindicatos, trabajadores e impositores» piden conocer los pasos que se han dado, y los que quedan por andar. «No es cuestión de presionar a las cajas, pero sería bueno que la Junta de Castilla y León empujara para que este proceso no sea eterno», recordó el leonés en el Hemiciclo. El portavoz del Grupo Mixto rechazó conocer cualquier detalle técnico que fuera más allá de «lo que afecta realmente a la sociedad», esto es, cómo se gestionará el proceso en cuanto a los trabajadores de las entidades o cómo afectará los clientes de las entidades. Y todo porque en otras comunidades empiezan a darse realmente pasos concretos en procesos similares el iniciado en Castilla y León: «Otras autonomías van más deprisa, aquí vamos al ralentí y eso genera incertidumbre», advirtió Otero.
Poco aclararon las palabras de Juan Vicente Herrera, aunque vino a reconocer que las tres cajas «han dejado de lado» el proceso de integración presentado en un primer momento. Pero el presidente de la Junta no se resigna; Herrera aún sigue pensando en que su baza es la mejor de la partida y afirma que «el tiempo nos dará la razón» tanto en la filosofía, los objetivos como en los propios instrumentos. Ahora bien, desde el momento en que las cajas pidieron autonomía para decidir sobre su propio futuro, la Junta se lava las manos en lo que pueda parir este proceso de más de doce meses de gestación. Y eso es lo que, al menos, se puede sacar en claro de este último año: de una propuesta puramente política para el sector económico de la comunidad, comenzó un proceso que quizás, hubiera tarado más tiempo en ponerse en marcha. No todo ha sido en balde.
Y en ese punto están las cajas de ahorro implicadas en el entuerto, en el de explicar a sus órganos internos cómo están afrontando la, ahora confirmada, fusión. Después de ese proceso interno, afirmó Herrera, deberán hacer público su proyecto, «pero hay que tomar decisiones», dijo el presidente una vez más.