Los alcaldes piden que la Diputación financie la depuración de la estación de esquí
La inquietud -en algunos casos pasa a indignación- de los alcaldes de Picos de Europa quedó reflejada en la última reunión mantenida por la Mancomunidad de Municipios de la Montaña de Riaño. Aunque la situación de la red de depuradoras no entraba en el orden del día, los regidores vivieron momentos de tensión cuando llegó el turno de ruegos y preguntas, momento en el que entró el tema en debate.
La percepción generalizada es de enfado porque hay municipios que han recibido ya los primeros recibos de la tarifa eléctrica por el funcionamiento de las instalaciones, pero sostienen que no existe garantía de la red de depuración esté trabajando correctamente. La disconformidad de los regidores también se puso de manifiesto al recordar los porcentajes que le corresponde pagar a cada uno de los pueblos por el mantenimiento del servicio, acordado hace más de dos años y medio y que, hoy por hoy, se ha quedado obsoleto, por lo que muchos de ellos consideran que el reparto les perjudica. Según el citado convenio, las 61 poblaciones de Picos de Europa incluidas en la red deberían repartirse el 50% de los gastos de mantenimiento proporcionalmente a su población, una división que algunos pueblos consideran injusta porque no tiene en cuenta, por ejemplo, la población flotante de la estación de esquí de San Isidro (Puebla de Lillo), que debería asumir la Diputación.
«Rocambolesco». «Lo de las depuradoras es lo más rocambolesco que yo he visto en política», asevera uno de los regidores de la zona. Puede que no le falte razón: la red de depuración cofinanciada con los Fodos de Cohesión se inició hace doce años y ni siquiera contó con el apoyo de los ayuntamientos, partidarios en su momento de realizar un plan integral de saneamiento en todo el parque regional. El objetivo nunca se alcanzó y una de las consecuencias es la actual desconfianza de los pueblos hacia cualquier movimiento que se realice en torno a las depuradoras de Picos de Europa.