La red se hizo hace doce años y después se abandonó

El vertido de las aguas residuales a los ríos y arroyos del espacio protegido, uno de los más emblemáticos del continente europeo, intenta ser controlado desde hace doce años, cuando la Junta puso en marcha una imponente red de depuración que ha quedado en el abandono porque tuvieron que ser ayuntamientos y juntas vecinales quienes se hicieron cargo del mantenimiento de estas costosas instalaciones y de los gastos generados por el consumo de electricidad.

Los pueblos de Picos piden a Europa que, antes de cerrar la queja definitivamente, constate el correcto funcionamiento de las depuradoras. «De no ser así es posible que en unos meses nos encontremos en la misma situación que hace unos años». La exigencia no es baladí, puesto que el tutelaje de Europa permitiría saber si el sistema de gestión propuesto es útil para garantizar el saneamiento de Picos de Europa.