«O aplazan las amortizaciones o lascajas de ahorro se van a llenar de ovejas»
A tres días de la demostración social de inconformidad más grande que se va a exponer en León, el campo expone sus condiciones. A los políticos, a los legisladores, al poder económico. «Hace falta que se amplíen los plazos de amortización de créditos, es necesario, es vital, porque de lo contrario sucumbirá el sector», aclaró en la jornada sobre la crisis de precios que organizó Diario de León Matías Llorente, secretario de Ugal.
Los impagos, en un porcentaje casi pleno motivados por la reducción drástica de ingresos, derivada a su vez de la caída en picado de los precios que sujetan en el mercado a la producción agropecuaria, va a derivar en una estampa propia del teatro del absurdo: «O aplazan pagos, o se van a llenar las oficinas de las cajas y bancos de ovejas, de vacas, de arados, tractores y hasta de zoletas», ironizó Llorente ante las consecuencias inmediatas del embargo masivo al que se está sometiendo el campo leonés. Caen los jóvenes, las explotaciones, mejor dimensionadas, las que han afrontado inversiones cuantiosas para desenvolver a medio y largo plazo las exigencias del competitivo mundo occidental. «Y no hay rentabilidad ahora donde haya que afrontar amortizaciones; sólo en aquellas en las que lo que llega da para mantenerse. El resto, están abocadas a desaparecer lenta, pero de forma segura», añadió José Antonio Turrado, secretario de Asaja, también en la intervención en las jornadas sobre los precios del campo. Esta es la secuencia repetida en el sector agrario, que pasado mañana va a marchar sobre la capital leonesa dispuesto a hacer llegar su situación endémica a los gobernantes y a los poderes económicos -"que tienen asfixiado un ámbito de generación de riqueza que emplea a 12.300 personas en la provincia-" y advertir a la sociedad de las consecuencias de la batida que se ha dispuesto sobre el sector primario. La primera está en la calidad y la garantía de los alimentos; la segunda, en el abastecimiento. Las siguientes llegarán por añadidura. Cada día más damnificados.