Energía reclama prolongar el reglamento de ayudas de la UE
Las ayudas públicas son «imprescindibles para que las empresas mineras puedan mantener su viabilidad económica, seguridad y sostenibilidad ambiental», y las normas generales sobre subvenciones no son suficiente para regular este sector. Por eso no prorrogar el actual Reglamento 1407 del Carbón de la Unión Eurpoea «provocaría limitaciones que llevarían al sector en Castilla y León a una desaparición total de una forma muy traumática e la actividad», y provocaría costes aún mayores.
Así consta en la contestación enviada por la Dirección General de Energía y Minas de Castilla y León a la consulta pública de la Comisión de Energía de la Unión Europea sobre la necesidad de un nuevo reglamento de ayudas específicas para el sector del carbón.
Desde la Junta se considera que el reglamento europeo específico para las ayudas garantiza también las inversiones «necesarias para conseguir mantener el proceso productivo que permite disponer de la reserva estratégica planificada de forma adecuada, e incluso contempla ayudas para cargas heredadas del pasado que no se podrían acometer por las empresas por sí mismas».
Interés común. Desde la Junta de Castilla y León se apremia a la Unión Europea, a través de esta consulta, a que mantenga el reglamento también por motivos de interés común. «La necesidad de introducir una cuota de autoabastecimiento energético, la garantía de suministros a centrales situadas en las cuencas mineras sin riesgos en el caso de necesidad, las sinergias para el desarrollo de tecnologías limpias, son entre otros objetivos claros de interés común».
Además desde la Junta se recuerda que en el actual entorno globalizado de crisis económica, «que tiene especial incidencia en España y en las cuencas mineras», se pueden producir «problemas sociales no deseados que serían en gran parte paliados con la actividad minera mientras se sale de la recesión; mientras que serían fuertemente aumentados en el caso de un cierre definitivo del sector, que tendría lugar irremediablemente en un escenario de ausencia de ayudas específicas».
Recuerda el documento a la UE que es muy difícil la reindustrialización de las cuencas mineras, así como minimizar los efectos negativos sociales en las zonas afectadas por la desaparición de la minería.