Cultura hará otro inventario de las pinturas para conocer las consecuencias del abandono

El jefe del Servicio Territorial de Cultura en León, Jesús Álvarez Courel, anunció ayer que su departamento realizará una inspección técnica a las cuevas de Librán y su entorno para elaborar un nuevo inventario de los conjuntos de pintura rupestre esquemática y cotejarlos con los que ya tiene la Administración autonómica para conocer el alcalce de los daños registrados en estos abrigos naturales durante los últimos años y constatar si, efectivamente, alguna de las figuras ha sido extraídas de su emplazamiento original.

Álvarez Courel visitará personalmente las cuevas «en la mayor brevedad posible» con el arqueólogo territorial. La Junta desconocía la situación de las cuevas porque, en palabras de Courel, nadie lo había denunciado ni ante la Administración ni ante la Guardia Civil.

Desde la Junta se admite la dificultad de proteger todo el patrimonio rupestre de la provincia por su dispersión y por su difícil ubicación, una situación que se reproduce en gran parte del patrimonio de la comunidad autónoma, objeto de constantes saqueos por parte de particulares o redes organizadas. «Es una pena que estemos toda la vida promoviendo valores para que después se cometan estos atentados contra el patrimonio», dijo el jefe del Servicio Territorial de Cultura.

Tras realizar la visita técnica, Jesús Álvarez Courel tiene previsto mantener una reunión con los representantes políticos locales de Toreno y Vega de Espinareda para conocer la situación actual de las cuevas y asumir algunas de las ideas que le planteen los pueblos en materia de seguridad y vigilancia.

Descontextualizados. En su opinión, la agresión hacia el patrimonio cuando se extrae una pieza de su lugar original no sirve para nada, puesto que suelen acabar en manos de la Guardia Civil o si logra prosperar el robo, «la pintura acaba descontextualizada, sin valor».

El título II de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla y León contiene las normas especiales para la protección de los bienes declarados de interés cultural y para aquellos que hayan sido incluidos en el inventario, del que forman parte 153 bienes de León, entre ellos el conjunto rupestre esquemático de Librán.

Entre los deberes generales de los propietarios o titulares de derechos reales sobre estos bienes destacan, por encima de todos, «la conservación, custodia y protección, de forma que se asegure su integridad y se evite su pérdida, destrucción o deterioro».