La biblioteca regional se moderniza para llevar al público su ingente fondo leonés

La fachada principal del edificio Fierro mira a una calle que no existe. Es un signo de la escasa proyección que la Biblioteca Regional Mariano Domínguez Berrueta, ubicada en este centro de la calle Santa Nonia, tiene sobre la sociedad leonesa.

Una de las joyas más preciadas del patrimonio bibliográfico de León es una gran desconocida pese a sus más de 80 años de existencia. La biblioteca posee en 14.000 documentos de formato diverso uno de los fondos de cultura leonesa más importantes, pese a que proyectos como la fallida Llionpedia quieran hacer ver que la inquietud por preservar la cultura leonesa es de nuevo cuño.

El diputado provincial de Cultura, Marcos Martínez, admite que a la biblioteca regional le falta contacto con la sociedad. «Es una biblioteca muy apreciada por los investigadores y nuestro objetivo es que también sea valorada por el público en general, por la gente de León», subraya.

Para ello, la Diputación inició el año pasado un plan de modernización de la biblioteca regional con la adquisición de equipos informáticos, conexiones a Internet y herramientas para la explotación de la hemeroteca.

La incorporación de la biblioteca al catálogo único de Castilla y León permite realizar consultas por Internet acerca de los más de 14.000 documentos de tema o autoría leonesa que integran su fondo.

El reto ahora es Internet y el acercamiento de la biblioteca regional a la sociedad leonesa. Un acuerdo con la Fundación Saber.es ha puesto a disposición del público en texto completo el 5 por ciento de los fondos bibliográficos, unas 400 obras, en una tarea que acaba de empezar. Otras 135 obras han sido seleccionadas para formar parte de la Biblioteca Digital de Castilla y León, también en preparación.

La segunda fase de este plan de modernización incluye la redacción de la Bibliografía Leonesa, sobre las obras escritas a lo largo de las épocas sobre León, editadas en León o creadas por autor leonés, especialmente hasta hace cincuenta años, y la elaboración de un boletín de novedades y de sumarios para su difusión dentro y fuera de la biblioteca.

Ambos proyectos forman parte de un programa de fomento y difusión de la biblioteca al que se sumarían otras medidas para el aumento de su presencia en la sociedad leonesa mediante campañas de promoción, visitas guiadas, colaboración en actos públicos y celebraciones locales y objetos de propaganda.

No obstante, el principal salto de la biblioteca a la sociedad leonesa se pretende dar a través de la página web del Instituto Leonés de Cultura, que está en fase de preparación.

Sin embargo, no hay fecha ni presupuesto para adaptar el espacio que ocupa en la sede del Instituto Leonés de Cultura dentro del edificio Fierro, tanto para despachos como para uso público.

La biblioteca sigue actualizándose con las nuevas publicaciones de tema y autoría leonesa. El año pasado se adquirieron unas 400 obras. Se modernizaron los equipos informáticos, se reorganizó el depósito y se conectaron a Internet todos los ordenadores tanto de uso público como del personal.

La modernización ha alcanzado a la relación de puestos de trabajo. Si antes su responsabilidad dependía de la plaza de archivero-bibliotecario, actualmente está a su frente el jefe de la sección de coordinación de bibliotecas.

«Pese a todos sus avatares, la biblioteca regional ha estado bien gestionada la mayor parte del tiempo», señala el jefe de la sección, Roberto Arranz. «A cada época le ha tocado jugar su papel y el nuestro es la informatización y sacar a la luz la biblioteca por otras vías para ponerla en contacto con la sociedad», añade.

En el capítulo hemerográfico, las principales novedades han sido la adquisición del Diario de León digitalizado y la actualización de las copias digitalizadas existentes del Diario de León (hasta 1999) y del Proa. Asimismo, se ha mejorado su accesibilidad y explotación con la compra de un programa de búsqueda automática.

Creada hace 81 años, la biblioteca de la Diputación custodia más de 10.000 documentos desde el siglo XVI hasta los periódicos de hoy, cuyo nexo común es la región leonesa ya sea por tema, autor o por lugar de publicación; cuenta con 2.800 folletos de «literatura gris» y tiene a disposición del público 57 revistas vivas y una colección de 582 cerradas, además de cinco cabeceras activas de prensa escrita en la provincia y 55 históricas, 604 documentos sonoros y 70 audiovisuales.

Lo leonés como justificación. «La biblioteca regional tiene su propia justificación en lo leonés, en la identidad y en la cultura leonesa, en el fomento de los estudios e investigaciones sobre León, y en las publicaciones de autoría leonesa o editadas en León», señala Roberto Soto.

Es, por tanto, «un centro especializado» en cultura leonesa, lo que la distingue de las 48 bibliotecas públicas que la Diputación coordina en la provincia y de su principal competidora por cercanía, la biblioteca pública de León. Creada en 1928 e inaugurada en 1934 en la planta baja del Palacio de los Guzmanes, la biblioteca regional tuvo desde el principio una fuerte relación con la cultura tradicional leonesa.

De hecho, la biblioteca regional albergó desde su origen, primero en el Palacio de los Guzmanes y después en el edificio Fierro, un museo etnográfico, germen del actual Museo Etnográfico Provincial de León de Mansilla de las Mulas.

La Diputación ejerció desde el principio un control directo sobre estos fondos y en plena época franquista pugnó durante doce años con el Ministerio de Cultura por su independencia del Centro Coordinador de Bibliotecas. De esta forma, quedó desgajada del mismo hasta el 8 de septiembre de 2008, fecha en la que se integra en la red de bibliotecas de Castilla y León.