Reportaje | a. t.
Aislados en la nieve
La reunión de presidentes coincidió con la primera nevada
Madrid recibió a los 19 presidentes de comunidades y ciudades autónomas con una intensa nevada, la primera de la temporada, y con una temperatura tan fría como las actuales relaciones entre los cargos institucionales socialistas y populares. A la vista de los resultados, ni siquiera el café caliente que tomaron con los Reyes logró descongelar el ambiente congelado por las bajas temperaturas del primer gran temporal del año.
Los mandatarios y altos cargos del Estado accedieron al Senado, a partir de las ocho de la mañana, con mucho cuidado porque la entrada principal por la plaza de la Marina Española fue escenario de varios resbalones y sustos.
Los más madrugadores. El primero en estrechar la mano del anfitrión, Javier Rojo, fue el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. Cerró la comitiva Ramón Luis Varcárcel, el jefe del Ejecutivo murciano, que llegó sólo unos minutos antes de que lo hiciese el presidente del Gobierno, el Príncipe de Asturias y el Rey.
La presencia por primera vez en el evento de los representantes de los agentes sociales obligó a realizar dos fotos de familia. La primera, con los miembros de la Casa Real, José Luis Rodríguez Zapatero, Manuel Chaves y los presidentes territoriales, y la segunda, con los mismos más los líderes de los sindicatos y la patronal así como las vicepresidentas primera y segunda del Ejecutivo.
Tras los primeros ataques y descalificaciones de la mañana, todos los reunidos se relajaron durante poco más de una hora con el almuerzo que ofreció Rojo en su comedor privado.
El menú: vieiras, mero y frutas de temporada con helado de chocolate, y para beber, rioja y cava.
Los alrededores de la sala de reuniones, el Salón de Pasos Perdidos, estuvieron vedados a los periodistas.
Todo para evitar un incidente como el del 2007, cuando uno de los presidentes grabó el discurso a puerta cerrada del presidente del gobierno Zapatero con su móvil y pasó el sonido a la prensa.