Reportaje | diego a. agúndez
Ayuno, arma de presión
El caso de Aminatu es un punto de una larga lista
El ayuno se ha convertido en un importante arma de lucha y, sobre todo, en un elemento de presión política y ciudadana. El caso de Aminatu Haidar no es sólo uno de una larga lista de huelgas de hambre que se llevan a cabo en todo el mundo.
En la India, por ejemplo, desde conseguir la emisión de una liga de criquet a la partición de un estado federal, el recurso del ayuno sigue dando réditos en la India, inspirado en la lucha del «mahatma» Gandhi y con fuerte base en la religión hindú.
Los resultados de la huelga de hambre como arma de presión política han vuelto a quedar de manifiesto estos últimos días con el anuncio gubernamental de partición del estado sudoriental de Andhra para crear el de Telangana, tras los 11 días de ayuno del líder regional K.Chandrasekhara Rao.
Se da la circunstancia de que el propio Andhra nació en la década de 1950 de otra huelga de hambre: la que costó la vida a Potti Sriramulu, cuya muerte luchando por una patria para los indios de lengua telugu generó una fuerte tensión política que el Gobierno actual ha intentado evitar.
La popularidad de los ayunos bebe de la influencia del «mahatma» (gran alma) Gandhi, quien recurrió con frecuencia a ellos para luchar contra la violencia sectaria y también para lograr su propósito político, la independencia de la India, obtenida en 1947.
La táctica del padre de la independencia india, inspirada en los ayunos aún vigentes en el hinduismo o el jainismo, ha servido de ejemplo en las últimas décadas a políticos y ciudadanos.