De viaje a
Oseja de Sajambre, un paraíso en la tierra
Es un paraíso en la tierra, rodeado de montañas y paisajes increíbles, donde nacen rutas emblemáticas, como la de Arcediano, que invita a recuperar las huellas de los arrieros que atravesaban el valle. Oseja de Sajambre es un destino ideal para disfrutarlo en familia, con propuestas y actividades a lo largo de todo el año
Oseja de Sajambre es un paraíso en la tierra, uno de esos lugares de la provincia que te marcan por su belleza, rodeado de montañas majestuosas y parajes increíbles.
En Oseja de Sajambre se puede hacer de todo. Hay rutas que atraviesan lugares emblemáticos, una oferta gastronómica muy completa y, sobre todo, un patrimonio natural que emboba cuando lo contemplas desde su mirador, todo un símbolo de este municipio que hunde sus raíces en los Picos de Europa. Es un destino perfecto para disfrutarlo en familia, con actividades y propuestas para todas las edades.
Destacan además sus sendas, que han convertido a Oseja de Sajambre en un lugar muy atractivo para los amantes del senderismo y los deportes de montaña. Hay paneles informativos en cada uno de los puntos importantes donde nacen las tres rutas más significativas de Oseja de Sajambre, que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos para atraer turistas durante todo el año.
Pica Ten es un buen ejemplo de esas nuevas fórmulas que desarrollan desde el Ayuntamiento para reforzar los atractivos de este municipio leonés. Este mirador panorámico, emblema local, preside una de las últimas rutas que han acondicionado desde el consistorio para dinamizar esa proyección internacional en una de las localidades más bonitas de León, donde los paseos alcanzan una dimensión desconocida. El empeño hace accesibles los 1.222 metros de la pirámide de cuarcita colocada de manera estratégica en mitad del valle sajambriego para asombrar a los vigías
El valle de Sajambre rezuma poesía en cada uno de sus rincones, perfectamente acondicionados, con carteles informativos, mesas, bancos, quitamiedos...
Pica Ten es, por tanto, un lugar accesible para visitarlo y recorrerlo en familia, donde se puede disfrutar de unas vistas únicas, que quedarán para siempre grabadas en la retina.
La Senda de Arcediano surca los puertos de Beza y Pontón, por el mismo itinerario en el que clavaron sus huellas los carros de los arrieros. Las piedras que se pisan son enormes y suaves. Desafían la orografía circundante, entre las cicatrices que dejan las montañas.
Esta senda está documentada desde el año 973, aunque fue rebautizada después, y discurre por un recorrido de 13 kilómetros, repartidos en dos tramos. La ruta, que está perfectamente balizada, parte del puerto del Pontón, a casi 1.300 metros de altitud. Hayedos, robles, el río Sella y el frescor de sus praderas cobijan a los viajeros que quieran adentrarse en una de las sendas más significativas de Oseja de Sajambre.
Hay muchas alternativas. Pico Pozúa, Pico Jairo, Canto Cabronero y Peña Beza, Pozalón-Niajo, Pica Ten... Naturaleza en estado puro. Lo saben bien en cada uno de sus cinco pueblos (Oseja de Sajambre, Pío de Sajambre, Ribota de Sajambre, Soto de Sajambre y Vierdes de Sajambre), donde vecinos y visitantes rozan el cielo en un enclave privilegiado de la provincia. Allí la naturaleza adquiere su máximo esplendor. Desde el propio Ayuntamiento han sabido poner en valor todos estos atractivos para que cada año sean más los turistas que visitan Oseja de Sajambre y su entorno, plagado de rutas y senderos en un homenaje al mundo rural pero en pleno siglo XXI. En la fuente del Infierno se abre la puerta del paraíso. Aquí al lado.
Merecen también la pena sus construcciones singulares, con casas de piedra y balcones torneados. En Oseja de Sajambre es muy fácil desconectar del mundanal ruido. Y es imposible no volver.