La copla de la noche del viernes

La estrella de la noche del viernes era, a priori, el especial sobre la copla que presentaban Isabel Pantoja y José Manuel Parada en TVE-1. Eso fue hasta que surgió en ¿Dónde estás, corazón? , en Antena 3, un nuevo episodio del culebrón marbellí. La bronca política de Marbella había amanecido en Salsa rosa , en Telecinco. Dónde estás, corazón ha copiado a este otro programa en casi todo, y ahora también en los asuntos que el primero suscita. Quizá porque el parasitismo, en la tele, no es pecado, sino espectáculo. La cosa marbellí de Antena 3 fue, ciertamente, de menor calado. Para empezar, la temperatura ambiente se había enfriado al renunciar ambos púgiles, Gil y Muñoz, a darse de bofetadas delante de los jueces; hombres de honor. Por otro lado, a Julián Muñoz no se le veía por ninguna parte en el plató de Antena 3, con lo cual no hubo escaramuzas dignas de mención. A quien sí vimos, en papel protagonista, fue a Isabel García Ramos, la inverosímil jefa del socialismo de Marbella, que hablaba de política urbanística con el tono de quien conversa en una peluquería «chic». Y luego, en pantalla grande, como los Rollings, compareció un Gil paternal y amable, sólo levemente crispado cuando tenía que contestar a las cosas de la prensa allí presente. La prensa: no hay mejor espejo de la decadencia de una profesión que esa cohorte de enteradillos que se creen capaces de hablar de todo, de lo divino y de lo humano, embozados tras la ignorancia voluntaria de un público dispuesto a creerse cualquier cosa, quizá porque toda cosa le da ya igual. En este lance marbellí, a fin de cuentas bastante cómico, ha sido lamentable la confusión de vida privada y vida pública, de crónica rosa y crónica política; pero más lamentable aún ha sido la actitud de unos periodistas incapaces de entender que la carne y el pescado han de dispensarse en mostradores distintos.