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El intelecto en los niños
La otra noche emitió TVE-1 el concurso infantil de conocimientos Pequeños Grandes Genios . Es un producto de Valerio Lazarov que presenta Ángel Llácer. Uno, de entrada, tiende a desconfiar de los programas protagonizados por niños: lo natural es que los niños se dediquen a aprender y a todas esas cosas que todos hemos hecho; no es normal que compitan en televisión. Bien es cierto que la creatividad infantil puede ser meritoria. La música es uno de esos terrenos como (mejor en Veo,veo que en Eurojunior ) ; el conocimiento es otro de los campos donde se tolera la competitividad infantil. Desde un punto de vista exclusivamente televisivo, el 90% del programa descansa sobre el presentador, al que le cabe la enorme responsabilidad de lograr que el espectáculo resulte interesante sin que los niños parezcan monos de zoo. Ahí entra Llácer, que sin duda es el alma del programa. El papel que interpreta Ángel Llácer es chocante: un histrión estridente y agitado que genera a su alrededor algo parecido a una atmósfera donde todo es alboroto y caos. De entrada, uno siente irrefrenables deseos de tirarle algo, a ver si se calla. Poco a poco, sin embargo, se va percibiendo que en realidad esa es la única manera de hacer que un concurso de conocimientos con niños resulte atractivo para el espectador común. Lo prodigioso es que la sincronización perfecta entre el curso del programa y la agitación del presentador se nos mostraba como algo absolutamente natural y espontáneo, como si Llácer estuviera, efectivamente, perdidito de los nervios y al borde del shock. Un auténtico talento.