Separación entre fondo y forma

Seguro que incluso los mayores fanáticos de películas como Las bostonianas (1984), Una habitación con vistas (1986), Maurice (1987), Regreso a Howard's End (1992) y Lo que queda del día (1993), obras de gran éxito de crítica y ganadoras de algún Oscar, ven como un suceso de ciencia-ficción que el tándem creativo de aquellas producciones se haya atrevido a filmar una comedia. Porque si de algo está lejano el espíritu de James Ivory en la dirección y de Ismail Merchant en la producción es del más mínimo sentido del humor. Así que no es extraño que hayan elegido para Le Divorce el estilo y el ambiente de otros que tal bailan: el de la comedia francesa. Un par de hermanas americanas son las protagonistas de Le Divorce, una película que, por temática, ratos de llanto de la protagonista y nivel de rencor de las antagonistas, bien podría haber sido un drama. Una de las chicas es abandonada por su marido francés (¿alguien se ha preguntado si es creíble que Melvil Poupaud deje a Naomi Watts para irse con ese esperpento en patines?) y se niega en redondo al divorcio. Ése es el eje de la historia, para rodearla después de una buena ración de personajes secundarios tan engolados como habitualmente lo son en la comedia francesa. Destaca la presencia de Watts y Kate Hudson así como la excelente recuperación de Leslie Caron, pero el conjunto pretende poseer un punto de excentricidad al que nunca llega, tiene el habitual ritmo de Ivory (ya se sabe de qué ritmo hablamos) y el engolamiento acaba por arruinar la función. Le Divorce: EE.UU-Francia. Dirección: James Ivory. Intérpretes: Kate Hudson, Naomi Watts, Leslie Caron. 117 min.