Demasiado higiénica

De no haber profesionales españoles tras Los Reyes Magos , nadie dudaría de estar ante un producto Disney, al margen de Pixar, naturalmente. Normal, considerando que el director Antonio Navarro trabajó en Norteamérica para Hanna-Barbera, Spielberg o la propia Disney en títulos como Hércules o Tarzán . Casi ocho millones de euros en coproducción con Francia, con Manuel G. Galiana como director de animación, otro profesional zurrado en trabajos para Hollywood, como Spirit, Anastasia o El príncipe de Egipto, el resultado confirma que la animación española ya se puede considerar entre las primeras de Europa. Sobre todo advierte que se dispone a competir. La película recrea la historia ya sabida de los tres magos que se disponen a visitar al Mesías, guiados por una estrella y en cuya peripecia vivirán no pocas aventuras con una serie de variopintos personajes. Como es natural, la trama deriva en el mensaje universal de la justicia y la solidaridad, dirigida sobre todo al público infantil sin que los adultos se sientan marginados del producto. También como suele ser habitual, aunque esta vez sin doblaje por medio sino con voces originales, un nutrido catálogo de rostros populares ponen voz a los dibujos. Sorprende encontrarse con la inconfundible voz de Iñaki Gabilondo en la piel del mago Baruc. Admitida su incuestionable dignidad técnica, Los Reyes Magos se antoja una película quizá demasiado higiénica. Sin que sea menosprecio, se queda uno con la incómoda sensación de haber sido producida una década antes de Pixar... LOS REYES MAGOS: España-Francia. Director: Antonio Navarro. Animación. 80 minutos.