Humor de boina y garrote

Timadores del tres al cuarto y ladrones por desesperación han sido protagonistas de comedias memorables y más o menos agridulces, como Atraco a las tres o Rufufú . Este subgénero tan querido en el cine español e italiano parece revivir en nuestro país, a juzgar por recientes éxitos como El oro de Moscú y El robo más grande jamás contado . Ahora, Antonio del Real intenta apuntarse al carro con una película más cercana al «humor» (por llamarle algo) de Esteso y Pajares, que a las obras maestras de Forqué y Monicelli. Para marcar las distancias, sólo hay que ver quiénes son estos aprendices de contrabandistas: un taxista amargado, un cantamañanas, dos putones -con todos los respetos- y un vejete senil. En resumen, «cine de birria» del más rancio abolengo y otro ejemplo de lo cañí mal entendido. Es cierto que la película se presenta como un entretenimiento sin pretensiones, pero que me expliquen qué tiene de divertido ver a Juanjo Puigcorbé de españolito fondón con gin-tonic y Varón Dandy , haciendo la ruta del puticlub entre Torremolinos y Perpignan. Como se puede comprobar, aquí el que no pasa de trilero es el director y guionista, porque este tocomocho no pilla desprevenido ni al más incauto. A Echanove y Puigcorbé, obligados al «todo por la pasta», mejor no reprocharles nada, que el mercado laboral está muy duro. Pero a Cañadas sí que le convendría dedicarse sólo a la pasarela para ahorrarse el bochorno. En fin, que si no fuese por Mariola Fuentes, Resines y Pepe Sancho, habría que hablar de daños colaterales en lugar de resultados en taquilla. TRILEROS: España, 2003. Dir: Antonio del Real. Int: Juan Echanove, Juanjo Puigcorbé, Pepe Sancho. 100 min.