Los recuerdos de la infancia y la memoria colectiva de la Italia de los años 30 y 40 del pasado siglo son el magma en el que bulle La misteriosa fiamma della regina Lona , la nueva novela del escritor italiano Umberto Eco, que ayer llegó a las librerías. La particularidad de esta esperada entrega literaria de uno de los escritores de más éxito en Europa es que se trata de una novela ilustrada, con 250 estampas del imaginario literario y popular de la época en que está ambientada. Cómics, calendarios, portadas de libros y revistas y hasta figuras del pesebre navideño forman parte del viaje a la infancia que emprende el autor de
para evocar los mitos y leyendas que habitan en la estirpe de lo cotidiano. «La vida no es nada más que un continuo reflejo de la infancia, puedes convertirte en presidente de la República o en un criminal, que aquello que recordarás en el momento de la muerte es lo que has vivido, sufrido y disfrutado de pequeño», afirma el escritor en una de las reflexiones que acompañan al lanzamiento de su libro. Pese a transcurrir en ese territorio tan personal como es el de la niñez, Umberto Eco se apresura a señalar que no ha escrito un libro autobiográfico e incluso asegura que ha hecho «todo lo posible» para alejarse de esa inercia. «Es el libro -señala el veterano escritor italiano- de una generación, construido con recuerdos que son de todos, también míos, por lo que obviamente he dado al protagonista muchos puntos de vista emocionales de mi cosecha personal».
La misteriosa fiamma della regina Lona narra, en concreto, la historia de un hombre de mediana edad, coleccionista de libros antiguos, que pierde la memoria ligada justamente a las emociones, hasta el punto de no recordar quién es su propia mujer, por lo que el médico que le atiende le recomienda la lectura de los libros de su infancia para recuperar su pasado.
