Sobredosis de humor a lo bestia

Humor escatológico a raudales y alarde de falta de civismo, en fin, desintoxicación de «ñoñería» cinematográfica con una película al más puro estilo Segura. Bajo la dirección de Chema de la Peña, los actores Santiago Segura y Florentino Fernández se enfundan botas y pertrechos heavys en una película «brutal» en el más amplio sentido de la palabra. El título que le da nombre da muestras ya de una sensible declaración de intenciones en cuanto a los derroteros por los que «trastabilla» la grabación (porque más que circular, tropieza en los esquemas de lo políticamente correcto). Isi y Disi son los pintorescos apelativos que disfrazan a Santiago Segura y a Florentino Fernández, que sin figurar en su DNI dejan bien a la claras su visceral y analfabeta admiración por los AC/DC, que pronunciado en inglés vendría a sonar «isidisi». Estos amigos de la antítesis de lo legal y el folklore heavy en toda su dimensión, hacen de Leganés su guarida para campar por antros y tabernas cual antihéroes cervantinos entre molinos de la Mancha. Su vida gira en torno al carpe diem (en sus manifestaciones más grotescas), ejerciendo de santuario de tan «noble dedicación» el bar que regenta el amago de padre de Isi, La Campana del Infierno, cuna del heavy de Leganés. En ella, además de música estridente y buen rollo, se sirve y distribuye con singular estilo el plato de la casa, los berberechos. En uno de los repartos de la citada manducatoria Vane (Jaydy Michel) se cruzará en su camino y ambos harán posible lo impensable en su cruzada amorosa por tierras de Leganés. El género «Torrente» de nuevo se deja querer.