La ruina azul

El guionista Charlie Kaufman y el director Michel Gondry son, junto a Spike Jonze, los nuevos raros del cine americano: Buñuel, Cocteau, Resnais, Godard y la vanguardia francesa de los veinte figuran entre sus referencias. Las películas resultantes de tal cóctel, estallando en Hollywood Boulevard , tienen mucho de perro verde y algo de fuego fatuo: la divertida pero evanescente Como ser John Malkovich , el rompecabezas excesivo de El ladrón de orquídeas y la delirante revisión de El pequeño salvaje que propone Human Nature . ¡Olvídate de mí! comparte todas las obsesiones de la trinidad anterior escrita por Kaufman. Hay investigadores que quieren controlar las pasiones del buen salvaje urbano, sueños de habitaciones blancas en las que el protagonista encuentra a su doble y un insistente terror a la pérdida de la identidad y de la memoria que distinguen al guionista como el autor más neurótico del cine norteamericano actual. En ¡Olvídate de mí! Jim Carrey interpreta a un dibujante-poeta de vida gris que descubre que su novia Clementine ha borrado todos los recuerdos de su vida en común con la ayuda de un extraño tratamiento. El protagonista seguirá los pasos de la chica acudiendo a la clínica de Tom Wilkinson, pero rebelándose contra el olvido cuando el proceso está en marcha. Tal argumento permite a los autores una libertad creativa sin límites, con momentos esplendorosos pero también problemas. El principal es Jim Carrey, que lucha por contener los reflejos de su cara de goma. Otro es el de la reiteración: sobran veinte minutos. Eso si, Kate Winslet está genial como Clementine, con el pelo teñido de colores. ¡OLVÍDATE DE MÍ!: EE.UU., 2004. Dir: Michael Gondry. Int: Jim Carrey, Kate Winslet, Kirsten Dunst. 107 min.