Diario de León

| Crítica | Cine |

Furor no es posesión

Esta película nada tiene que ver con el original de Friedkin

Esta película nada tiene que ver con el original de Friedkin

Publicado por
Eduardo Galán
León

Creado:

Actualizado:

En:

En el cine de hoy ya ni el diablo es lo que era. No hay más que refrescarse las neuronas viendo un pase en televisión de El exorcista y sufrir a continuación esta precuela. Todo lo que en la primera entrega estaba cargado de dobles significados y de progresión dramática, aquí renquea entre clichés, planicie y tedio. ¿Cuántas veces le pregunta Izabella Scorrupco a Stellan Skarsgard porqué dejó el sacerdocio, sin que las respuestas lleven más allá del repetitivo flashback con la masacre judía, que, por reiteración, nos deja indiferentes? El director Renny Harlin será el rey de la adrenalina, pero es un pésimo exorcista. William Friedkin sabía de que pasta estaba hecho aquel demonio escondido dentro de Linda Blair. El que transmigra de un cuerpo a otro en esta nueva versión queda como un pobre peregrino de los efectos digitales, reptando por las paredes de la cueva del templo africano como en un videojuego. Un borracho perpetuamente salido y de dientes sucios, que es lo mejor de la película, lo resume todo en una frase digna de la galería de réplicas: «No está poseída, está caliente». Lástima que ese no sea el tono integral de la cinta, preñada, eso sí, de homenajes cinéfilos, que van desde El silencio de los corderos en esa mariposa saliendo de la boca del oficial británico, hasta Apocalypse Now , con el protagonista rompiendo el espejo, bajo la amenazadora presencia de las aspas de un ventilador. Y es que el fotógrafo de este nuevo Exorcista es el veterano Vittorio Storaro, que también se autohomenajea con una tienda en el desierto, que bien podría ser el útero donde encontraba refugio el Brando de El último tango en París . EL EXORCISTA: EL COMIENZO: Dir: Renny Harlin. Int: Stellan Skarsgard, Izabella Scorrupco, James D'Arcy.

tracking