Diario de León
Los grises formaban parte del escenario habitual español

Los grises formaban parte del escenario habitual español

Publicado por
César Wonenburger
León

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Salvo la correcta Días contados de Imanol Uribe y el último Camus, casi ninguna película reciente ha buscado inspiración en el resbaladizo filón de ETA. De ahí que el trabajo más solvente hasta la fecha sobre la cuestión terrorista o la lucha por el independentismo vasco, según se mire -aunque para algunos no deje de ser lo mismo-, haya tenido lugar en el valiente terreno de la no ficción, con el polémico documental de Julio Medem. Aunque el filme de Miguel Courtois no elude esbozar unas tesis un tanto simplonas, esquemáticas e ingenuas sobre la evolución (involución, más bien) histórica de la banda, al realizador lo que le preocupa no es tanto proponer una arriesgada reflexión sobre algunos de los aspectos del tema -como hizo Jim Sheridan, por ejemplo con el IRA-, sino ofrecer un intenso thriller con tintes biográficos y un leve trasfondo político que le permita no tener que mojarse demasiado. Incluso en este último aspecto se percibe una intención de «quedar bien con todos», cuando uno de los mandos policiales reconoce que el terrorismo es una suerte de mascarada perversa que beneficia a las dos partes. Los delincuentes tiñen de falsa épica y trasnochado romanticismo sus viles asesinatos, en aras de una libertad que en realidad nadie les niega; mientras, el poder desvía la atención de la opinión pública de otras cuestiones relevantes (como dicen que ocurre ahora mismo en EE. UU.). Si nos quedamos con el esqueleto, la historia real de Mikel Lejarza, El Lobo , un topo infiltrado en la banda, y sus cuitas, lo que resta es un thriller con ritmo y atmósfera, entretenido y bien articulado sobre una intriga interesante, correctas interpretaciones y una conseguida ambientación, pese a los sonrojantes tiroteos. El Lobo . España, 2004. Director: Miguel Courtois. Intérpretes: Eduardo Noriega, Silvia Abascal, Patrick Bruel, José Coronado. Intriga. Duración: 122 minutos.

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