| Crítica | Música |
La voz del tiempo de la felicidad
En este nuevo trabajo de Luz Casal hay dos ediciones. Una, con once temas, y otra, denominada de lujo, con catorce. Pero eso son cosas de las compañías en esta interminable guerra contra el pirateo. Sí son de lujo, sin que haga falta que se especifique, la lista de colaboraciones, compositores y la producción de Javier Limón, ese nuevo rey Midas de los estudios de grabación que basa su acierto en quitar más que en poner. Y así, la voz de Luz, en estado de gracia, no necesita de juegos de palabras para enunciar el elogio. Sencillam ente, como por otra parte reclama el título, está excepcional. Fluye, rasca y campa a sus anchas en una serie de canciones que están siendo recibidas por sus seguidores con el mismo afecto de siempre y unas ventas más que aceptables. Como no es una artista al uso, la rockera que mejor canta un bolero, se ha plantado en el mercado, y ya van doce, con un disco que conserva la carrera de Luz en el terreno de la música intemporal. A veces afrancesada y, otras, casi flamenca, también compone una Negra sombra que, sumado a la repercusión de la exitosa película Mar adentro , causa sensación más allá de las tierras gallegas. Luz Casal ha querido, en esta afortunada grabación, contar con una alineación de lujo. Jerry González, Pablo Novoa, Quique González, Chris Barron o el Niño Josele son sólo una muestra de la suma de talento con la que se ha planteado algo tan complejo como grabar un disco. Sucedió en Francia, en menos de un mes, en unos días bañados en el tiempo de la felicidad. SENCILLA ALEGRÍA: Pop-rock. Emi-Odeon. Trece temas y bonus track de Negra sombra. Calificación: