La visión humana del Camino

La sala de exposiciones del Palacio de Don Gutierre, recientemente rehabilitado, se inauguró con la muestra titulada Vía Láctea , una acción en cuyo desarrollo participan varios artistas leoneses. La idea y el proyecto inicial son de Mara Bravo, quien ha realizado una larga serie de entrevistas elaboradas preguntando a los peregrinos del Camino de Santiago sobre su problemática. Mara Bravo les ha entrevistado y les ha hecho una foto a cada uno, solicitándoles el correspondiente permiso para que esas imágenes puedan ser tratadas y para que, junto con sus respuestas, puedan ser publicadas en un libro. El motivo esencial de este trabajo es hacer algo distinto sobre la Senda Jacobea. «Ya que, cuando se trata de una u otra forma el Camino de Santiago, siempre hay referencias a los monumentos, los hospedajes y a la ruta en si misma, pero casi nunca se otorga protagonismo al propio peregrino», explica Bravo. «En nuestro trabajo -dice Santos Javier, uno de los artistas que intervienen-, el peregrino es el protagonista, de algún modo pasa incluso a ser un motivo casi publicitario. Después de realizar, digamos, el trabajo de campo, las fotografías obtenidas llegan a mí para realizar la segunda parte, que es ni más ni menos que darles un tratamiento digital, visual y pictórico. El color amarillo de los soportes se ha escogido por coincidir con la clásica señalización del Camino». Estas fotografías y sus textos correspondientes se emplean como si fueran un elemento publicitario, y se incorporan a la ciudad dentro de la señalización urbana, empleando los elementos clásicos de la publicidad, como mupis, columnas y mástiles, y también a través de veinte piezas escultóricas, creadas por Manolo Jular y Juan Carlos Uriarte. La siguiente etapa de esta acción, después de la exposición que puede verse estos días, es la publicación de un libro con todos los elementos, añadiendo un montón de imágenes que no se han visto reflejadas en la calle. «Hay hasta medio centenar de retratos acompañados de textos que te enseñan bastante bien de lo que sucede dentro del camino -explica la organizadora-. En ellos se contrastan muchas de sus realidades, desde las prisas por llegar a los albergues antes de que se ocupen por completo hasta los sufrimientos por las heridas en los píes y los dolores en las articulaciones, pasando por las relaciones entre los propios peregrinos».