Un encanto culinario

El abuelo Vasilis tiene una tienda de especias en el Estambul de 1959, y enseña a su nieto Fanis que la vida necesita de canela para endulzarla. Es el entrante de un menú cinematográfico con plato principal y postres. Su título, Un toque de canela, emotiva y encantadora comedia dramática que representa a Grecia en la preselección a los Oscar y que ya es el gran éxito histórico del cine local superando la cifra de 1.200.000 espectadores con tan sólo 47 copias. Anunciada como el Cinema Paradiso heleno, usa como hilo conductor la cocina turca con influencias griegas, para repasar la historia del país através de una familia griega repatriada de Turquía a comienzos de los sesenta, al tiempo que reflexiona sobre el permanente conflicto entre ambos pueblos, aportando un ligero barniz político a la trama. Su autor, Tassos Boulmetis, cuenta que quienes asomaban a la cosmopolita Estambul para comenzar una nueva vida «llevaban en sus maletas una pizca de pimienta, un poco de orégano y unas hebras de azafrán». Nacido allí en los años cincuenta, Boulmetis propone una película que emparentaría con Como agua para chocolate , El festín de Babette o Deliciosa Marta , que también iban de fogones. Una crónica entre nostálgica y agridulce, sobre la evocadora idea de que la vida, como la comida, sería otra sin la canela. Arranca con Fanis ya convertido en profesor de Astrofísica en la Universidad de Atenas, cuando le anuncian que por fin, después de treinta años, su abuelo vendrá desde Estambul. Pero fallece en el aeropuerto, obligando al nieto a evocar su ensoñadora infancia en aquella tienda en donde descubrió el amor y la magia de las especias. UN TOQUE DE CANELA . Grecia, 2004. Director: Tassos Boulmetis. Intérpretes: Georges Corraface, Ieroklis Michailidis.