¡No, no, no...!

Mal asunto, si Columbia pretende trasladar a España un modelo de producciones de bajo costo y supuesta alta rentabilidad, en el que la película sea lo de menos: se trataría, más bien, de buscar a un par de estrellas con gancho e hilvanar en torno a ellas una serie de aparentes gracias para dar la apariencia de comedia (ah, género vilipendiado...). La práctica no es nueva. Ya cuando el cine daba sus primeros pasos, los estudios norteamericanos, con el fin de sortear los escollos legales que algunos países ponían frente a la importación de filmes de esa nación, como una manera de proteger a sus incipientes industrias autóctonas, decidieron camuflarse e invertir en empresas que operaban como si fueran locales, llegando a contratar a técnicos y actores del lugar, para dar mejor el pego. Estos experimentos fracasaron casi siempre, porque de lo que se trataba finalmente era de dinamitar esas industrias desde dentro, con productos de ínfima calidad, para que el público terminara reclamando a gritos el cine que venía de EE.UU., que era el bueno de verdad. Parece como si esa historia se repitiese ahora. Bastante tiene el cine español con intentar abrirse huecos, para que venga Columbia a fabricar aquí engendros como esta pseudo-comedia de Juan Calvo, cuyo guión sólo puede haber sido concebido en la fase más alucinante de un episodio de delirium trémens. Únicamente la fotogenia de Paz Vega, su incuestionable palmito y ese gracejo sevillano que tan buen rendimiento le ha proporcionado, impiden que el sufrido espectador prenda fuego a la sala y se inmole en plan bonzo. DI QUE SÍ. España. 2004. Director: Juan Calvo. Intérpretes: Paz Vega, Santi Millán, Ornella Muti, Santiago Segura. Comedia. Duración: 100 minutos.