El «profesor» Bruckheimer

Mientras no llegan las nuevas aventuras de Indiana Jones la competencia parece dispuesta a apropiarse del mito ajeno, o al menos, a darle una vuelta de tuerca. El sagaz productor Jerry Bruckheimer (padre de Con Air o La Roca ), siempre al acecho de taquillazos de los de mucho estruendo y un par de estrellas carismáticas, ha sacado de la manga este remedo de las típicas andanzas del célebre aventurero, y se lo ha dado a dirigir al competente artesano John Turteltaub ( Phenomenon ). El último actor fetiche de Bruckheimer, Nicolas Cage, es un arqueólogo dotado de un cerebro tan impresionante como sus dotes de atleta, tirador olímpico o seductor, según el momento. Último eslabón de una familia de obsesos buscadores de tesoros. Benjamin Franklin Gates, que así se llama este nuevo Indie, no cejará hasta encontrar el más difícil de todos, un incomparable círculo de riquezas que los padres de la patria norteamericana supieron esconder de la bien conocida rapacidad británica (no hay que olvidar que le pirata Drake fue hecho Sir por su majestad). Masones, rosacruces, templarios y otros amigos de los disfraces extravagantes desfilan por este filme en apresuradas píldoras de historia, difíciles de digerir en una película que se pretende de acción trepidante, y dirigida a un público que decididamente no está para este tipo de monsergas, según las últimas claisificaciones en materia escolar. Asún así, sin ninguna duda, hay que felicitar a los guionistas por sus buenas intenciones al intentar enseñar al público más joven lo que no quiere aprender en clase. LA BÚSQUEDA. EE.UU. Director: John Turteltaub. Intérpretes: Nicolas Cage, Jon Voigt, Diane Kruger.