Carcajadas, pero...

...Hacer comedia es algo más que confrontar personajes antagónicos para ponerlos en solfa buscando un efecto inmediato en el espectador, renunciando a la sutileza del género clásico, que divierte apelando a la inteligencia. El padre de Taylor es metódico, calculador, inquisidor, obsesionado con una América dominante. El de Pam, un niño grande, ácrata, desordenado, inconformista, que conserva intacto el espíritu rebelde de los años sesenta. La madre de él disfruta con el sexo, carece de prejuicios y en su vestimenta mantiene los rasgos coloristas e informales del hippismo de su juventud. La de ella hace el amor de año en año, es una burguesa consumida por la rutina, y en la relación con su marido da la batalla por perdida. Era lógico que de Los padres de ella saliera Los padres de él , que al renovar su éxito en taquilla, cabe suponer que pronto habrá más entregas con los hijos, nietos y demás familia. Como el cine es también industria y los éxitos taquilleros avivan el negocio, la fórmula de Los padres de él es pleno seguro al descansar sobre un guión de gags bien dosificados en la trama, que con la complicidad del reparto contribuyen a darle una ligera pátina de credibilidad. Es Ben Stiller el mejor parado de un filme que renuncia a la sorpresa y desde el propio cartel anuncia ya un camino sin curvas ni recodos. Con todo, en su primera mitad alimenta el espejismo de una parodia ágil de la que se puede esperar un desarrollo que en la segunda claudica sin reparo, como si ya bastara con la risa fácil. Se perdió una gran ocasión para alejar a la comedia de la estación terminal a la que parece abocada salvo honrosas excepciones, curiosamente llegadas de industrias ajenas a Hollywood. Así están las cosas. «LOS PADRES DE ÉL»: Dir: Jay Roach. Int: Ben Stiller, Robert De Niro, Dustin Hoffman, Barbra Streisand.