La imagen digital como pasión

Erasé un hombre a una cámara pegado... un personaje cibernético que observa el mundo a través de la pantalla de su máquina digital, robando continuamente imágenes a la realidad para convertirlas en sueños, en quimeras estéticas. Se llama Miguel Fuertes, aunque todo el mundo le conoce por su sobrenombre: Jimi, apelativo que cuadra perfectamente con su oficio vocacional de pistolero de la fotografía en tenso y continuo duelo con la luz y los colores. Este artista, al que apasiona congelar al tiempo en sus fotografías, presenta estos días una exposición de sus obras más recientes en el Restaurante Siaso, de la Avenida de San Andrés, nº 54. Jimi se licenció en Bellas Artes en la universidad de Salamanca, imparte clases de dibujo en el Instituto de La Pola de Gordón y realiza trabajos de diseño, pero sobre todo es testigo plástico de la realidad que vive. «En este momento tengo un archivo de más de 30.000 imágenes seleccionadas, lo que quiere decir que en los últimos años habré tirado (y guardado) más de 100.000 fotografías». En la exposición, que ha titulado 34 fodros 2.0 , Jimi ofrece al espectador sus visiones fotográficas realizadas a partir de múltiples imágenes que crean cuadros digitales. El tema, repetido una y otra vez con escasas variantes, se acaba convirtiendo en potentes pinceladas unidas gracias a una composición muy cuidada y llena de equilibrio, Estas fotografías, finalmente, han sido impresas sobre lona, con lo que el artista consigue unas importantes calidades de textura, que añaden carácter pictórico a sus obras. Temática variada La temática es enormemente variada, porque cualquier cosa le interesa. Hay cuadros realizados a partir de una sucesión de micro-fotografías de flores o de ojos, hay reverberante visiones de nublados amaneceres y hay, sobre todo, muchos homenajes al reflejo fugaz, a ese instante luminoso que apenas el ojo puede percibir, a esa décima de segundo en la que la luz juega a descomponerse en mil destellos. Pequeño, nervioso, inquisidor impenitente de la realidad que le circunda, pistolero que cámara en ristre y disparo tras disparo secuestra las luces y las sombras, las sonrisas y las lágrimas del mundo que le rodea, Miguel Fuertes, Jimi, se ha manifestado como artista importante en esta exposición concreta, pero la vida sigue y él continúa imperturbable su camino a través de una infinita perspectiva de colores. Lugar y horario: Restaurante Siaso. Avenida de San Andrés, 54. En horario de mañana y tarde.