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Viejos premios... pintura nueva
El Centro Cultural de Santa Nonia exhibe las obras premiadas y seleccionadas en el premio Caja España de Pintura 2005. 24 cuadros de las más variadas técnicas y temáticas, pero con una línea claramente innovadora y vanguardista. Al certamen se presentaron este año 134 artistas de toda España, e, incluso, algunos extranjeros procedentes de lugares tan distantes como Cuba o Japón. Naturalmente la mayor participación corrió a cargo de los pintores de Castilla y León. El primer premio fue para la salmantina Paloma Pájaro Hernández García, por su obra titulada Espacs num. 5 serie occidente 2004, un cuadro de composición estrictamente fotográfica en el que una familia posa mientras celebra una fiesta dedicada a su patriarca. Una pintura llena de sencillez que recuerda la técnica de las placas coloreadas de los antiguos fotógrafos, tamizada con la degradación cromática que se consigue a través de los programas informáticos. El primer accésit del concurso ha sido para el pintor zamorano José Antonio Barreiro Díez, por su cuadro Simbiótico XIX, un acrílico sobre tabla que combina la abstracción geométrica con la poesía. Y el segundo accésit del certamen pertenece a Jorge Alonso Molina, que envió su pintura desde La Habana (Cuba). La obra se titula La soledad del silencio y es un collage en el que se combina la fotografía y la pintura para conseguir una imagen de radical belleza y suave colorido. Entre los 21 pintores seleccionados hay dos leoneses, Luis Miguel Robles García, con su obra Sin título, una abstracción expresionista que recuerda a los pintores americanos de los años cincuenta del pasado siglo, y Enrique Rodríguez García, todo un veterano que en Un año después, se muestra tan lúdico y divertido como siempre, su pintura está impregnada de una atractiva visión onírica que la caracteriza y distingue.