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Publicado por
Marcelino Cuevas
León

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La joven pintora asturiana Villaverde Belaustegui cogió sus pinceles y se fue a pasear. Fue el suyo un paseo largo y con muchas paradas para recoger la belleza que esconden los rincones urbanos de una de las más bellas regiones del sur de Francia: la Provenza. «Hice un viaje -comenta la artista- en busca de nuevos escenarios para mis cuadros. La verdad es que sabía de antemano lo que encontraría, sabía que en estos pueblos y ciudades provenzales había una luz especial, un gran colorido y una arquitectura diferente a la de aquí». La pintora, que vive prisionera de la arquitectura, no olvida a la naturaleza, que aparece en sus cuadros en forma de flores o frondosos parterres. «Busco siempre unos paisajes urbanos sin dureza. Intento encontrar rincones pletóricos de emociones, íntimos. Quiero que la gente sienta a través de los cuadros lo mismo que sentí yo cuando me paré ante ellos para pintarlos», asegura. Y en estos escenarios está siempre patente la huella de quienes los habitan. Tiendas antiguas, pequeños cafés, lugares de encuentro... «La verdad es que en Provenza los locales comerciales, las tiendas, tienen muchísimo encanto, porque son casi siempre viejos, antiguos. Con ellos yo vuelvo a lo mío, quiero trasladar al lienzo las zonas antiguas con cierto toque romántico, por eso encontrarme con tiendas que tienen cien o doscientos años me resulta muy emotivo, son un verdadero tesoro». En los cuadros de la artista Villaverde Belaustegui el color lo ponen las flores. «Estos pueblos franceses tienen mucho colorido a todos los niveles, ya no son sólo los típicos campos de lavanda o de amapolas que te encuentras en las zonas rurales, es que esa flora la han incorporado a las fachadas de las casas. Todas las calles están llenas de flores, el color estalla por todas las partes, y para mí, como soy una pintora colorista, eso es como estar en el paraíso». La pintora ya está pensando en el futuro, aunque en este momento vive una pausa en su trabajo. «Acabo de hacer dos exposiciones muy seguidas y ahora esta de la galería de arte Bernesga, por eso he hecho un necesario paréntesis en mi trabajo. Pero pronto volveré a la acción y creo que el viaje seguirá, pero será un poco más allá, por el norte mediterráneo de Italia». Horario: de 12.00 a 13.30 y de 18.00 a 21.00, sábados de 12.00 a 14.00 y de 19.00 a 21.00. Roa de la Vega, 8.