El regreso de Gorillaz

Murdoc, Noodle, Rusell y 2D -los cuatro gamberros procedentes del cómic manga,y convertidos en estrellas mediáticas con el nombre de Gorillaz tras vender cinco millones de copias de su disco de debut- regresan cuatro años después con Demon Days . En realidad Murdoc, Noodle, Rusell y 2D son el alter ego de dos músicos de envergadura como son Damon Albarn de Blur y Jamie Hewlett de Dan The Automator, que buscaron refugio en estos personajes del cómic, iniciando así una carrera paralela a la de sus grupos, con la intención de experimentar con la electrónica, el rap, el hip-hop, el pop, el rock y el punk, creando un coctel con el que baten récords de ventas. Para ello, además de acompañar la producción con vídeos cargados de ingenio, Albarn y Hewlett no ha dudado en rodearse de amigos, como ya hicieran hace cuatro años y contar con colaboradores como De la Soul o Shaun Ryder de Happy Mondays. Según cuenta Murdoc en una entrevista -Albarn y Hewlett llegan al extremo de prestarse a poner su voz al servicio de los miembros de Gorillaz- el disco se grabó en sus propios estudios Kong, abiertos en 1999 en lo alto de una colina en Essex. No fue hasta que llevábamos allí un año que descubrimos la verdadera historia del sitio, «un antiguo punto de encuentro de druidas». Incluso permiten a sus fans entrar en los estudios a través de su página web, ya que han equipado con cámaras interactivas todas las habitaciones. Noodle fue la que empezó a trabajar en los esbozos iniciales, explica 2D, «con grabaciones en una cinta canturreando»; de hecho apunta Russel, «compuso ella sola la mayoría de este álbum. Murdoc puede tratar de hacerse con parte del mérito por ello, pero desde los esbozos básicos hasta llegar al álbum terminado, fue todo visión de Noodle». Ella confiesa que empezó a «componer hacia principios de año, hacia marzo del 2004. Escribiendo sólo melodías básicas en mi cuatro-pistas Tascam, esbozando ideas según iba avanzando. Una vez que tenía lo que pensaba que era la plantilla de las líneas básicas para el álbum, empecé a superponer más texturas, melodías y sonidos». «Fue por entonces -añade- cuando oí hablar de DJ Dangermouse. Me impresionó el trabajo que había hecho en su propio Grey Album que yo me había descargado de Internet y en el que se unían el trabajo de los Beatles y de Jay Z para crear algo nuevo. Era muy imaginativo y mostraba la creatividad de un niño, valentía artística y desdeño por las convenciones».