El artista que surgió del misterio

La historia tiene su miga y vamos a contársela. Se ha descubierto que Carlos de la Varga, hasta el momento director de Tráfico de Arte, no es en realidad Carlos de la Varga, sino Charls Monkriff, un extraño personaje enfático y radical, lleno de misterios y con gustos deleznables que nadie sabe de donde ha venido. Es un artista un tanto esotérico que puede que pertenecer a los servicios de inteligencia de Israel, a una secta masónica o a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento, donde todo cabe. La liebre la ha levantado uno de sus artistas, Jorge Otero en su último Espacio Vacío , que estos días puede verse en Tráfico de Arte, y en el que demuestra, a través de un documentado video, la doble personalidad de Monkriff, que en vez de galerista resulta ser un ignorado artista (y otras muchas cosas) que se esfuerza por realizar extraños rituales a la hora de presentar su obra, concelebrando con vino y spray, deglutiendo periódicos y catálogos de arte y, lo que es más significativo, cortándose el pelo en una exótica ceremonia plena de extraños significados. (explica Monkriff que en su ya larga existencia su pelo solamente lo cortó antes un peluquero cuando hizo la Primera Comunión). En Formal , que así se titula la exposición, existe un fuerte diálogo e implicación entre el galerista y el artista, sin que llegue a saberse a ciencia cierta quien es uno y quien otro, ya que sus roles se invierten y confunden. Según Jorge Otero este es el Espacio Vacío con más trasfondo conceptual de los presentados hasta el momento, conjugándose en él múltiples disciplinas, desde el performance a la video-creación, pasando por la fotografía y la pintura. En igual que en ediciones anteriores de Espacios Vacíos, la exposición sirve de nexo entre la exposición de Catrina Mendes, recién clausurada y la siguiente muestra de la galería, que se titulará Síntesis y pertenece al propio Jorge Otero. Sin duda Charls Monkriff, siempre visto a través del maleficio de un espejo cubierto de pelos, será a partir de ahora un personaje que pase a los anales del arte leonés y, posiblemente, también será protagonista de alguna de esas leyendas urbanas que sobrecogen a todos cuando alguien la cuenta. Genio y figura no le faltan. Inauguración: 9 de junio a las 20.00 horas. Lugar: calle Serranos, 2.