Fuegos de artificio

Ya hace varios años que el que fuera el rey Midas de Hollywood, Steven Spielberg, ha chocado frontalmente contra la taquilla y contra la crítica. Amistad o La Terminal pasaron desapercibidas para el público y El Mundo Perdido o Inteligencia Artificial fueron decepcionantes. En su línea más comercial, Spielberg estrena ahora la adaptación de La Guerra de los Mundos de H.G. Wells, ya llevada al cine en plena guerra fría. Con un Tom Cruise omnipresente, interpretando a un obrero pésimo padre de familia, la película comienza con una media hora excelente. El paso del suspense al terror nos recuerda al mejor Spielberg: al de Tiburón . Sin embargo, tras la invasión extraterrestre, la línea argumental desaparece por completo: carreras, explosiones, persecuciones... todo impecablemente realizado pero bastante precipitado y sin excesivo sentido. El final de la invasión, resulta simple y soso para el público del siglo XXI, por no hablar del consabido mensaje familiar de Spielberg que ya conocen hasta los niños de Primaria. En cualquier caso, sí podemos destacar escenas muy apreciables como el paso del tren en llamas, la niña mirando al río o el enfrentamiento entre Cruise y un desquiciado Tim Robbins. El mensaje, curiosamente, es el mismo que en la versión de 1953 y, aunque hay referencias al terror 11-S, la película no aporta mucho nuevo. Spielberg maneja los efectos especiales como pocos, esperemos que en futuros proyectos siga combinándolos con historias y personajes y no se quede sólo en el placer de la pirotecnia. «LA GUERRA DE LOS MUNDOS». Dirección: Steven Spielberg. Intérpretes: Tom Cruise, Dakota Fanning, Miranda Otto.