Un jardinero en África

El cine de espionaje ha evolucionado mucho en los últimos veinte años. Tras la caída del muro y del bloque soviético, la guerra fría dejó paso a un nuevo género que mezclaba intrigas políticas con la sofisticada tecnología del momento (tanto en su versión «frívola» o jamesbondiana como en su versión «seria» o lecarriana). El jardinero fiel es una nueva adaptación de una novela de John Le Carré, en activo desde los 60, quien trata de amoldarse a los nuevos tiempos con tramas más políticas e inverosímiles que entonces, pero siempre críticas. La película cuenta la historia de un diplomático británico en Kenia, cuya comprometida mujer es asesinada por oscuros intereses farmacéuticos y él se ve obligado a investigar. A pesar de contar con Fernando Meirelles en la dirección (que tanto sorprendió con Ciudad de Dios), y con Ralph Fiennes como protagonista, la película naufraga en sus pretensiones. La historia de amor resulta atropellada; el guión, confuso por los numerosos nombres y la trama política, tópica y obvia... Si la anterior adaptación de una obra de Le Carré, El sastre de Panamá , había funcionado perfectamente con un Brosnan como anti-Bond y un Geoffrey Rush como anti-héroe, este jardinero es aburrido y termina por dejar indiferente al público a quien le dan igual sus viajes, sus encuentros y sus descubrimientos que sabe desde una hora antes. En definitiva, a pesar de los esfuerzos y del noble mensaje final sobre África, la película se debate entre el género político, el espionaje o el drama amoroso, sin profundizar en ninguno de ellos y resultando decepcionante en todos. ¡A ver si llega James Bond el año que viene a poner las cosas en su sitio! «EL JARDINERO FIEL». Director: Fernando Meirelles. Intérpretes: Ralph Finnes, Rachel Weisz, Danny Huston. 129 minutos. Reino Unido.