Navidad... a tiros

TextoQuienes gusten del thriller corrosivo, dispongan de amplio sentido del humor y acepten la trasgresión como manera saludable de reírse del mundo y de uno mismo, La cosecha de hielo es su cita. Entre los guionistas está el magnífico Robert Benton (oscarizado por Kramer contra Kramer y En un lugar del corazón, aunque sus mejores filmes como director sean otros), y en el currículum del ex-actor Harold Ramis, autor de lucidas comedias como Atrapado en el tiempo o Una terapia peligrosa, ya está entre sus mejores trabajos, o quizá el mejor. Pariente de filmes como Fargo, de los Coen, y a ratos de Pulp fiction, del discutible Tarantino, hay dos detalles a destacar. El primero, situar la trama en un día tan hipócritamente feliz como la víspera de Navidad (incluidos los villancicos de Bing Crosby), en una pequeña ciudad de la América profunda, de esas que el cine muestra como horteras y paletas (con trajeados con botas y sombrero, señoras de pelo encasquetado, cochazos imponentes, tugurios con neones y señoras despampanantes, y claro, polis estúpidos), y en las que el único libro conocido es la guía telefónica... El segundo, los personajes, gentes de negocios dudosos y muy rentables, cuya codicia les encamina al disparate. Con semejantes mimbres, y con la entusiasta participación de John Cusack, Billy Bob Thornton, Randy Quiad, o el dudoso Oliver Platt, a los que se añade la imponente Connie Nielsen, en una mujer fatal en la mejor tradición del género, La cosecha de hielo insiste en cargarse la simpleza y la estupidez, tan características del cine norteamericano que ahoga las carteleras. Con apenas 16 millones de dólares y un tono de cine negro indie, nada es previsible en un guión que si no alcanza el grado de excelencia es por la cobardía de Ramis para asumir el riesgo a medida que se acerca el desenlace. Pero vale la pena. LA COSECHA DE HIELO. EE.UU., 2005. Dirección: Harold Ramis. Intérpretes: John Cusack, Billy Bob Thornton, Connie Nielsen. Comedia negra. Duración: 88 minutos.