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Lo único destacabale de la película es la cuidada elección del reparto

Publicado por
Miguel Á. Fernández
León

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A estas alturas, un filme sobre Giacomo Casanova o se afronta en tono transgresor o aporta al personaje matices que el cine no haya tocado antes. Cumpliría expectativas si un director tan convencional como el sueco Lasse Hallström cediera su silla a otro más audaz e ingenioso, capaz de sacarnos de su rutina narrativa y del sopor emocional. Casanova nada es de todo eso. Es celuloide malgastado y sobre todo un notable esfuerzo de producción merecedor de mejor pago. Nunca sabremos cual habrá sido la aportación de Tom Stoppard al guión, pero su tono general de vodevil chusco (que no de comedia, al parecer la pretensión inicial) hace presagiar que o su trabajo se ciñó a lo alimenticio o el texto previo era una catástrofe. Se constata finalmente que la imagen del Casanova cinematográfico, con su majestuosa y señorial decadencia, será siempre la de Donald Sutherland en visión del gran Federico Fellini. Si en materia de guión Hallström hace aguas, por cuanto se amarra a la única coartada de que Giacomo estuvo enamorado una vez, y aporta como único dato curioso la prolongación de su leyenda en la propia Venecia a través de un alter ego, su realización alcanza límites de cine viejo. Al pretender un tono comedia demasiado escorado hacia lo vodevilesco y el slapstick (carreras enloquecidas sí, pero faltaron las tartas), abrimos con un Casanova huyendo por pasillos, ventanas y tejados, después de una de sus correrías amorosas y cerramos con otra huida, esta vez por mar. La Inquisición, el Dux, los nobles venecianos, el carnaval, los exteriores naturales, todo en una ensalada carente de aliño, pero sobre todo incapaz de enamorar. Y eso a pesar de un cierto cuidado en la elección del reparto, en el que, por cierto, resulta patético el inquisidor en la piel de Jeremy Irons. La que deslumbra es Sienna Miller, atención a ese rostro. «CASANOVA»: dir: Lasse Hallstrom. Int: Heath Ledger, Jeremy Irons, Sienna Miller, Lena Olin. 108 minutos.

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