Diario de León

| Crítica | Arte |

Sobre tierra azul

Molina abrió la muestra con una intervención al aire libre

Molina abrió la muestra con una intervención al aire libre

Publicado por
Enrique Rueda
León

Creado:

Actualizado:

Desde dos prismas distintos podemos interpretar el concepto de «isla» que presenta Sergio Molina en esta exposición. Por un lado, remite al aislamiento, a lo periférico y a las consecuencias en lo social, en lo cotidiano y en lo cultural que se derivan de ese desplazamiento de los lugares centrales, de los ejes de decisión, podríamos decir. Una segunda lectura tiene que ver con la intención irónica con la que él trae su «isla», que construye desde los elementos, las situaciones y las gentes que allí conviven para proyectar desde el interior hacia el exterior (sin perder la condición de isla en ningún momento), lo que habitualmente queda inhabilitado por la distancia que marca el mar. No en vano existen enormes concomitancias entre estas ideas y el hecho de haber planteado este proyecto desde fuera hacia dentro. La exposición comienza con una performance que vincula el espacio exterior con la propia galería, que es el lugar donde acaba definida la isla. Todo ello queda fusionado conceptualmente por el uso de la sal marina que proviene del mar que al mismo tiempo une y aísla. La definición formal que subraya este planteamiento proviene del final de la intervención del artista, que queda como huella durante el resto de la exhibición: la definición definitiva de la isla en tierra. Un rastro de la misma sal rodea la sala (no por casualidad es sal como elemento tangible, «paseable», de interior) como símbolo del permanente vínculo con el mar, en un juego sutil de unión y aislamiento muy particular que en definitiva es el que coloca sobre el tapete en sus imágenes. El eje de la exposición viene marcado por dos cubos, uno lleno de agua con sal marina y otro vacío sobre el suelo. El primero aún está vinculado simbólicamente con el imaginario del mar. La intervención del artista transforma el agua en agua del mar al depositar sal. El otro cubo cierra conceptualmente la propuesta, a la vez que representa la puerta de entrada a la imaginación, a las reflexiones y conclusiones del espectador sobre lo visto. El artista deja abierta simbólicamente esta puerta sobre un objeto, que es un elemento curiosamente utilizado para extraer agua. Es muy significativa esta relación, cómo también lo es la manera de resolver estética y conceptualmente su propuesta al plantear los problemas de abastecimiento energético o lo que genera la presencia del turismo. Todo ello presentado con materiales como anzuelos y sedal, que sirven para colgar las fotos que acentúan la calidad formal al trazar una línea con la sociedad, usos y costumbres de las gentes de la isla. Horario: de lunes a viernes, de 18.00 a 21.00 horas. Calle Serranos, 2.

tracking