Cerrar

1397124194

Publicado por
Miguel Á. Fernández
León

Creado:

Actualizado:

Vistosa porque no concede respiro en ritmo y acción, aunque olvida el aderezo para hacerlo digerible. Traca porque responde a la máxima de reivindicar el ruido en nombre del espectáculo, que tanto gusta en Hollywood. Digital porque pasaría por un vistoso catálogo de lo mucho que evoluciona la tecnología digital. La secuencia en que Magneto trocea el puente de San Francisco para unir al continente a la antigua isla-prisión de Alcatraz, es de las que impactan. Qué decir de las numerosas virtudes de la amplia colección de mutantes buenos y malos que pueblan la trama. En todo caso X-Men 3: la decisión final mantiene el nivel visual de una franquicia que abrió Bryan Singer con un comienzo esperanzador, que el propio Singer frustró en la segunda. Su sucesor, Brett Ratner, aprovecha la ocasión para reivindicarse como un perfecto ejecutor de lo que manden las multinacionales del negocio, pero se limita a ajustarse al cómic de Marvel sin perderse en reflexiones, por primarias que fueran. Los mutantes son diferentes y son minoritarios, con lo cual cualquier guionista sin demasiadas luces pero buena voluntad, habría introducido algunas variantes que apartaran a la película de una más de superhéroes con superpoderes. Tiene de bueno, eso sí, ser más corta que su predecesora, algo muy de agradecer por los exhibidores para sacar mayor rendimiento a su copia al poder encajar un mínimo de cuatro pases diarios. ¿Qué más? Admitido que en caligrafía da lo esperado (con 150 millones de dólares ya cabrearía que la encargaran a un zoquete), y que los fieles de la saga tendrán lo que esperan, señalar lo bien que están Stewart y McKellen, actores de formación shakesperiana pero aquí ganándose las lentejas, como también Halle Berry. Hugh Jackman continuará la serie con su personaje de Lobezno. Es todo. «X-MEN. LA DECISIÓN FINAL»: EE. UU. 2005. Director: Brett Ratner. Intérpretes: Patrick Stewart, Hugh Jackman, Ian McKellen. Fantástico. Duración: 99 minutos.