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Tres lindas cubanas

El escritor mexicano Gonzalo Celorio exorciza su conflicto interno con la revolución cubana en una nueva novela

El escritor mexicano Gonzalo Celorio

Publicado por
Irene Dalmases - barcelona
León

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El escritor mexicano Gonzalo Celorio exorciza en su última novela Tres lindas cubanas el conflicto interno que ha mantenido durante años con la revolución cubana, a partir de una historia real protagonizada por su madre y sus dos tías, separadas y confrontadas por este acontecimiento. Celorio, cuya madre nació en Cuba, explica que escribió este libro porque «un día me di cuenta de que cada vez que alguien defendía la revolución de Fidel Castro yo me volvía muy crítico, mientras que cuando alguien la criticaba, yo la amparaba». A partir de esta circunstancia, ha estado seis años hilvanando un argumento en el que mezcla los recuerdos de sus múltiples estancias en la isla caribeña con la reconstrucción del relato de las vidas de las tres hermanas Blasco Milián, dando cuenta de los vaivenes políticos y sociales del país, pero también de su propia transformación ideológica. «Sin perder un ápice de mi amor por Cuba en este libro digo lo que pienso con toda honestidad. Valoro los logros de la revolución, a la que apoyé, pero no es un libro complaciente con el régimen». Celorio, profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México, señala que no está en contra de los principios que impulsaron la revolución cubana, «pero sí del poder unipersonal ejercido autoritariamente durante medio siglo con mentalidad mesiánica y antidemocrática» y agrega que «el tiempo acabó por hacer de Fidel una caricatura». Es consciente de que para los cubanos ortodoxos su obra puede ser como una «traición», mientras que los exiliados pensarán que es «tibia», pero «yo no trataba de quedar bien ni con Dios ni con el Diablo, porque de lo que se trataba era de quedar bien conmigo mismo». En este sentido, agrega, «yo tenía un conflicto y me perseguían unos fantasmas muy latosos. Escribir es un exorcismo y ahora cuando me preguntan por Cuba les remito a mi libro». Preguntado sobre si no ha sentido pudor al trasladar a letra impresa algunas de las circunstancias que determinaron la vida de algunas de las personas de su familia, Celorio reconoce que «el proceso de desnudarse es a veces doloroso, pero existen recursos literarios que permiten conservar el pudor». Por este motivo, el también ensayista utiliza la segunda persona y es al narrador a quien se cuenta la historia de las hermanas Virginia, Ana María y Rosita.

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