El cine sobrevive

Hace un año que el entrañable Teatro Emperador cerró sus puertas y empezó a negociar su cierre definitivo. Afortunadamente, no sólo en las fiestas cumplió con su habitual papel teatral, sino que aún aguanta el empuje de los multicines y este verano, al menos, parece que lo va a solventar con dos de los éxitos incuestionables del mismo: anuncia ya el estreno de la segunda parte de los Piratas del Caribe y, en este mes, podremos disfrutar de Cars . Cars es la nueva película de la factoría Pixar, simbólica heredera y socia de Disney, que ha triunfado con títulos como Toy Story o Los Increíbles . Con una animación basada en el ordenador y unos guiones que casan tradición con modernidad y cinefilia, Pixar ha vuelto a hacer una obra genial que supera con creces a otras ofertas animadas (esos pobres Vecinos invasores ). La historia gira en torno a un joven y ambicioso coche de carreras que busca su primer título pero que se pierde en un abandonado pueblo de la América profunda, donde descubrirá virtudes como la amistad, la humildad y la generosidad. La película no es sólo de coches o carreras, sino que trasciende esa anécdota para hablarnos de valores universales que, y ahí está el mérito, son transmitidos a través de encantadores personajes de cuatro ruedas. El impagable amigo del protagonista, el italiano enamorado de Ferrari o el viejo Doc Hudson son algunos de los hallazgos que eclipsan cualquier pero que se le pueda poner a la película (como el tópico «villano» o los innecesarios cameos de Michael Schumacher y Fernando Alonso). Cine en estado puro que podemos disfrutar en el romántico Emperador: un superviviente como Radiador Springs, el pueblo de la película. «CARS»: EE.UU., 2006. Animación. Dir: John Lasseter, Joe Ranft. Voces en castellano: Juan María Traverso, Marcos Di Palma, Dady Brieva, Verónica Lozano, Gino Renni. 121 minutos.