Diario de León

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Original e intransferible

El artista berciano Miguel Ángel León

El artista berciano Miguel Ángel León

Publicado por
Marcelino Cuevas
León

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Miguel Ángel León es, cuando menos, un personaje original. Dedica su vida a ejercer de artista. Es artista cuando pinta, cuando inventa divertidos collages, cuando hace fotografías, cuando mira pasar el tiempo, cuando habla¿ es artista siempre. Miguel Ángel León es descendiente de la ilustre civilización berciana y ciudadano del mundo. Está dispuesto a triunfar en su tierra, laborioso empeño que, además de ímprobos trabajos, necesita de la graciosa ayuda de la suerte. Por si acaso, él pone en contribución de su empeño todo lo que sabe y todo lo que es capaz de producir en la supercalifragilística factoría de su creatividad. Miguel Ángel, que ha trabajado para grandes editoriales madrileñas e incluso ha vivido en el París de los artistas, se presenta a cuerpo descubierto en la sala alternativa Galería (Conde Luna, nº 7) con su Suite de la Infamia Gatoburguesa para dos instrumentos resonantes, botella nutricia y manifiesto , que ha sido enteramente concebida según el peculiar método Goldstein para bailes de salón. Explica el artista que en su muestra hay dos personajes arquetípicos, «uno es el pequeño burgués y otro la gran madre burguesa, unidos por la gran botella que cuelga del techo que los separa y que es un instrumento piezoeléctrico antiguo, con la misma apariencia de las cántaras en las que las lecheras traían antiguamente a la capital la producción láctea de sus vacas». Tras esta sencilla explicación comenta Miguel Ángel León que las obras que presenta «están realizadas específicamente para este espacio expositivo». «Era importante -dice- sacar partido a la forma y al espacio de la sala, por eso no he traído una serie de cuadros. Ésta es una obra que no está hecha para ser vendida». Personajes «egoístas» El artista habla apasionadamente de sus personajes: «Se los puede definir como enormes egoístas, son egoístas, son ciegos, no miran a lo que tienen sino a lo que son. Se autosatisfacen con sus propiedades, con su aspecto, con su gusto protésico. Ella se acaba en la mitad de su cuerpo, termina en el vientre. Es una mujer que no puede ser madre, simplemente está unida a él por el dinero». Más que una propuesta plástica la exposición es, en palabras del autor, «Una proclama moral, aunque reconozco -asegura- que la moral está muy pasada de moda, yo, personalmente, me considero un hombre moral. Mi próxima exposición se titulará El comisario de arte y será auténticamente dinamitera. Me referiré en ella a ciertas personas que ostentan cargos importantes y cuyo trabajo es, como mínimo, discutible. Pocos están dispuesto a plantear esta clase de cosas, yo sí porque soy un luchador, un guerrero incansable y voy a por todas». Lugar: calle Conde Luna, 7. Horario: comercial.

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